Capítulo 149
“Mamá, Cynthia aún lleva a mi hijo en su vientre. No puedo ser tan cruel con ella…”
La mujer se quedó boquiabierta.
De repente, se lanzó sobre su hijo como si hubiera perdido la razón, gritando descontroladamente: “¡Tu padre está a punto de echarme de casa y tú solo te preocupas por Cynthia! Isaac, te crie con tanto esfuerzo, ¿Y así me lo pagas?”
Luego se apartó el cabello de la cara, dejando al descubierto una gran quemadura, y entre lágrimas, exclamó: “Mira bien mi rostro, esta quemadura fue causada por el café caliente que me lanzó tu padre, todo porque tú no te comportas como debes. ¡Ay de mí! Otras mujeres se enorgullecen de sus hijos, y yo, después de haberte criado con tanto sacrificio, tú solo me traes una desgracia tras otra.”
Isaac, al ver esa aterradora cicatriz, no pudo recuperarse.
Exhalando un suspiro de desaliento, dijo: “Mamá, lo siento por no haber sido tu orgullo y en cambio causarte tantos problemas. Lo siento.” Finalmente se cubrió el rostro con las manos, y las lágrimas humedecieron sus dedos.
Penélope, con un nudo en la garganta, le preguntó: “¿Vale la pena, Isaac? Por Cynthia, abandonas a tu esposa e hijo, y nosotras terminamos así, ¿Vale la pena?”
Isaac no respondió. En cambio, se puso de pie, y desorientado, abandonó la casa.
Las luces de la ciudad iluminaban la noche.
Pero Isaac no podía sentir su belleza; se sentía desubicado en este mundo. Su padre lo despreciaba, su madre lo culpaba de ser una calamidad, y hasta los internautas lo insultaban por ser un fraude.
Sin embargo, el solo intentaba salvar a su amada, y sin querer, terminó lastimando a Marina.
No merecía una condena tan severa.
Pero entonces, ¿Por qué sentía como si vivir fuera peor que morir?
“Isaac.”
Una voz débil y entrecortada sonó detrás de él.
Al voltear, se dio cuenta de que sin querer había llegado hasta la puerta de la casa de los
Chávez.
Cynthia estaba frente a él, demacrada.
Isaac abrió sus brazos, y ella corrió hacia él, fundiéndose en un fuerte abrazo.
Cynthia, llorando, dijo: “Isaac, ¿Por qué tuvo que pasar esto? Solo nos amamos, ¿Qué hay de malo en eso?”
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Capitulo 149
Isaac la abrazó más fuerte, como queriendo fusionarla con su ser.
En medio de esa tensión asfixiante, Cynthia sintió que algo no estaba bien, por lo que levantó la mirada hacia Isaac, con los ojos llenos de lágrimas.
En ese instante, escuchó la voz apenas audible de Isaac: “Cynthia, terminemos.”
El mundo de la joven se derrumbó. Era como una planta parásita; dependía del dinero de Isaac para su tratamiento. Sin él, se marchitaría rápidamente.
“Isaac, no quiero separarme de ti. Por favor, no me dejes. Sin ti, moriré.”
Isaac cerró los ojos, y las lágrimas cayeron.
“Cynthia, lo nuestro no está bien. Puedo ser egoísta e ignorar los sentimientos de Marina, pero no puedo ignorar los de mi madre. No puedo destrozar los años tranquilos que le quedan por mi felicidad. Lo siento. Con un empujón, Isaac se separó de ella.
Cynthia colapsó en lágrimas.
“¿Vas a dejarme, teniendo incluso un hijo juntos? ¿Cómo piensas que vamos a vivir mi hijo y yo?”
“Aborta al bebé, por favor.” Dijo Isaac.
Cynthia se quedó pálida, incrédula ante esas palabras.
Él le había dicho que su amor era inquebrantable. Ella se había permitido caprichos.
Nunca imaginó que las promesas también pudieran desvanecerse.
“Isaac, ¿Tu llamado ‘terminar‘ significa que vamos a cortar todo contacto? ¿Después de esto, realmente no tendremos ninguna relación?”
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