Capítulo 125 

Isaac, usando su poderosa influencia, cerró la cuenta de Marina con una rapidez que no le dio tiempo ni de cubrirse las orejas. 

Pero Marina, al día siguiente, rápidamente activó una nueva cuenta. En esa oportunidad, no solo reveló su informe de donación de riñón para Cynthia, sino que también esbozó brevemente la historia detrás: “Cuando era joven e ingenua, creía que las promesas de un hombre eran inquebrantables como rocas. Pero al final, perdí mi riñón y mi amor. No, debería decir que el amor nunca existió, fui demasiado ingenua.” 

Quizás porque el tema era lo suficientemente interesante, el área de comentarios se llenó al instante. 

“Este hombre es mucho mayor que la autora, en ese momento ella era demasiado joven, sin haber sido endurecida por la sociedad, por eso creyó tan fácilmente en sus promesas vacías. Qué despreciable, obtuvo el riñón y luego se volvió distante y frío con su esposa. Estoy segura de que ese hombre estuvo planeando aprovecharse de esta pobre joven desde el principio.” 

“¡Dios mío, esto es claramente un engaño matrimonial!” 

“Qué hombre tan cruel.” 

“Por favor, espero nunca encontrarme con un hombre así en mi vida.” 

“El hombre está bajo sospecha de defraudar a la autora luego de haber entregado su riñón…” 

Cuando Isaac vio esos comentarios, se sintió tanto sorprendido como temeroso, pero aún más furioso, hasta el punto de echar humo por la cabeza. 

Marina era como una cucaracha que no se podía matar, una mala hierba que no se podía erradicar. ¿Acaso no iba a parar hasta dejarlo en la ruina? 

Por suerte, ella aún no había revelado su nombre, por lo que todavía tenía una oportunidad de 

salvarse. 

Pero ella no le dio más tiempo, “Si sigues escondiéndote como una rata, mañana revelaré tu verdadera identidad.” Anunció públicamente. 

Aunque no mencionó nombres, aquellos familiarizados con Isaac sabían que Marina le estaba lanzando un desafío. 

El hombre sabía que si seguía posponiéndolo, todo por lo que había trabajado duro para construir se vendría abajo. “Pues que sea el divorcio, si eso es lo que Marina quiere, es lo que yo también anhelo.” Pensó. 

Pero entonces, Lucio apareció de repente en la modesta casa de Isaac. Apenas se sentó en el sofá, comenzó a pontificar con indignación: “Isaac, ¿Vas a dejar que tu esposa arruine tu reputación sin hacer nada?” 

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Capitulo 125 

El joven movió los labios, sin saber cómo explicarlo. 

No podía decirle la verdad, no podía decirle que él había empujado a Marina, quien lo amaba con todo su corazón y su alma, a ese extremo. 

Finalmente, evadiendo el tema principal, dijo: “Ella solo está usando estos métodos para forzarme a divorciarme. Papá, yo… quiero divorciarme.” 

Lucio, frustrado hasta el punto de desesperación, lo reprendió: “¿Divorciarte? Cuando tomaste el riñón de Marina, te lo advertí, estarás en deuda con ella por el resto de tu vida. ¿Ahora quieres divorciarte de ella para confirmar que eres un ingrato?” 

“Pero si no nos divorciamos, ella no va a parar. Seguirá revelando más secretos que me harán 

ver mal.” 

Lucio, furioso, agarró el cenicero de la mesa y se lo lanzó a su hijo, golpeándolo en la frente y haciendo que la sangre fluyera. 

Luego, fuera de sí, dijo: “Si hubieras sabido que esto iba a pasar, ¿Por qué empezar en primer lugar? Tú y esa Cynthia deberían haber cortado lazos hace tiempo.” 

Isaac no se atrevió a limpiarse la sangre, simplemente agachó la cabeza y aceptó el regaño. 

“Papá, sé que me equivoqué.” 

Viendo que Isaac admitía su error con buena actitud, el hombre se ablandó y le dio un consejo: “Las mujeres son fáciles de apaciguar, solo tienes que ayudar a Marina a saldar sus deudas, y ella se ablandará y volverá contigo. Una vez que eso suceda, deben tener un hijo lo antes posible. Una mujer con un hijo tiene ataduras, por lo que no le será tan fácil mencionar el 

divorcio.” 

“Lo entiendo.” Respondió el joven. 

Para que su hijo pudiera superar esa crisis con éxito, Lucio levantó la sanción económica que le había impuesto. 

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