Capítulo 103
Isaac despachó a Gabriel y Fabiola con unas pocas palabras y luego arrastró sus pasos pesados hacia dentro de la casa.
Al pasar por la habitación de Marina, no la ignoró como solía hacer, sino que optó por detenerse en la puerta.
El hombre perdió la noción del tiempo, sumido en pensamientos desordenados, intentando comprender cómo ella se había vuelto tan indiferente y cruel, pero parecía que ninguna razón era lo suficientemente convincente.
¿Cómo había llegado a eso?
Isaac, sin poder resistirse, levantó la mano para tocar la puerta.
Después de un largo rato, desde dentro no hubo respuesta.
Isaac, con el rostro sombrío, dijo: “Marina, sé que estás ahí. Abre, necesito hablar contigo.”
Desde adentro, la voz rígida de la joven se filtró: “Quiero descansar, hablemos mañana.” Su tono era frío, incluso un poco impaciente.
Isaac se quedó paralizado.
En el pasado, si él se acercaba a Marina, ella saltaría de alegría. Pero en ese momento, incluso poniendo su orgullo de lado para acercarse a ella, Marina actuaba… con demasiado desdén.
Justo como él solía tratarla.
Isaac frunció el ceño y suavizó su tono: “Marina, la enfermedad de tu hermana es muy grave, deberías unirte a tus padres para ayudarla a superar este momento. Eso es lo que debería hacer una familia…”
Isaac fue interrumpido por la voz furiosa de Marina: “Lárgate.”
La cara del hombre se ensombreció, y luego insistió: “Tus padres pudieron haber cometido muchos errores cuando eras pequeña. Pero han pasado muchos años, al menos en estos últimos años, tu padre y tu hermana te han tratado bien… Deberías ser más agradecida.”
La puerta del dormitorio se abrió de golpe, y Marina lo observó con los ojos llenos de ira: “Isaac, no soy ninguna santa, al contrario, soy muy rencorosa… nunca podré perdonarlos en esta vida, y si hay una próxima, tampoco lo haré.”
Isaac palideció, y tembló involuntariamente.
Esa Marina vengativa, por alguna razón lo aterraba, ya que le recordó que él le había robado un riñón…
En comparación con las burlas de Gabriel y Fabiola hacia ella, él no era mucho mejor.
Entonces, ¿Ella también le guardaría rencor?
Capitulo 103
“Marina, nadie es perfecto…”
“Isaac, eres igual que ellos, solo un traidor ingrato.” Dijo cortándolo con frialdad.
En ese momento, la cara de Isaac se torció como si estuviera constipado, lleno de incomodidad.
Marina cerró la puerta con fuerza, produciendo un sonido estremecedor que hizo temblar a Isaac, quien se marchó con el rostro caído.
Su corazón se sentía inexplicablemente obstruido.
El hombre regresó a su dormitorio y se sentó desganado en el sofá. De repente, su celular sonó, lo tomó y lo desbloqueó.
Cynthia le había enviado una foto: era un reloj de bolsillo de diseño muy antiguo, con inscripciones en sánscrito.
Debajo de la imagen, también le envió una explicación sobre el reloj:
Nombre del reloj: Chronos Élysée
Origen: Objeto funerario de la tumba de un antiguo rey, año de descubrimiento desconocido.
Valor: Se rumorea que el Chronos Élysée era un objeto de amor entre un misterioso rey y su reina; si se abre el Chronos Élysée, se puede conocer el pasado y el futuro de la persona
amada.
Método para abrirlo: Desconocido.
Isaac miró el reloj, y sus ojos reflejaron un desinterés aburrido.
Pero Cynthia volvió a mandarle un mensaje: “Isaac, lo quiero.”