Capítulo 51
Marina respondió con un tono glacial: “¿Tener la razón y no ceder? Eso es mejor que armar un escándalo sin motivo“.
Cynthia, entre sollozos, dijo: “Hermanita, hoy vinimos a invitarte a mi fiesta de celebración. Espero que puedas venir, pero si no quieres, no te voy a obligar. Solo que realmente quisiera compartir mi felicidad contigo“. Dicho esto, Cynthia le lanzó una invitación y luego se alejó tambaleándose.
Isaac se quedó parado en su lugar, mirando primero a Cynthia y luego a Marina, para finalmente suspirar y seguir a Cynthia.
Siempre elegía a Cynthia.
Marina, sin pensarlo mucho, lanzó la invitación al fuego.
Un olor a plástico quemado llenó de inmediato cada rincón de la habitación. Cynthia e Isaac, que aún no se habían ido, voltearon sorprendidos al ver la invitación siendo devorada por las llamas, ambos con una mirada de incredulidad en sus rostros.
Después de todo, la Marina de antes siempre había estado ansiosa por asistir a cualquier fiesta, solo para poder ver a Isaac un poco más.
Isaac, con un tono de voz que intentaba contener su frustración, dijo: “Marina, ¿qué diablos te pasa?”
Marina le respondió con una mirada despectiva: “Isaac, si quieres ser su perro fiel, allá tú, pero no me arrastres en su jueguito“.
Isaac se puso pálido.
De manera incómoda intentó explicar: “Tu hermana ha estado enferma, y soy yo quien se está haciendo cargo de ella. ¿Cómo te pones a hablarme de esa manera?”
Con sarcasmo, Marina replicó: “Nunca te he visto tan preocupado por mí, tu legítima esposa…”
Isaac se sintió muy incómodo.
Entre lágrimas, Cynthia dijo: “Mar, Isaac y yo siempre nos hemos amado. Se casó contigo porque no tuvo otra opción. Si tienes corazón, devuélvemelo“.
Isaac reprendió a Cynthia: “Cynthia, ¿qué estás diciendo?”
De repente, Marina sintió náuseas.
Valeria expresó su preocupación: “Aurora, ¿estás bien?”
Tanto Cynthia como Isaac miraron a Marina con confusión.
Cynthia, especialmente inquieta, observó a Isaac con una intensidad que parecía decir más que mil palabras, como si él llevara una carga que era imposible ignorar. Isaac le devolvió la
1/2
22:31 L
Capitulo 51
mirada, sus ojos llenos de reproche. Marina echó un vistazo a Valeria y dijo con tranquilidad: “Nada, solo que ver gente como esta me da asco“.
Isaac se quedó sin palabras, y Cynthia también.
El rostro de Isaac se ensombreció como un cielo antes de la tormenta. “Has estado demasiado
tiempo a la deriva, Marina. La distancia te ha nublado el juicio. Tienes que volver a casa conmigo, y ajustarás esa actitud tuya.”
Marina alzó el mentón, sus ojos ardiendo con un fuego que Isaac jamás había visto en ella. “¿Así funciona tu mundo, entonces? ¿Tus palabras son órdenes divinas? ‘Vete al extranjero, Marina‘. ‘Vuelve a casa, Marina‘.” Su voz destilaba un veneno dulce. “¿Por qué debería obedecer? No soy una de tus marionetas, Isaac. No puedes manejar los hilos de mi vida a tu
antojo.”
La respuesta lo dejó paralizado. Esta nueva Marina, indómita y desafiante, era una extraña ante sus ojos. “No es tu decisión“, declaró con esa autoridad implacable que había doblegado voluntades en incontables negociaciones. Pero esta vez, algo era diferente. En sus ojos brillaba una determinación mercantil que hizo que las entrañas de Marina se retorcieran de pánico.
Al caer la tarde, Marina recibió un mensaje de Salvador Nolan.
“Aurora, Valeria me contó sobre Jasmine Moore. ¡Conseguiste que sea tu maestra!. Para celebrar que has logrado lo que deseabas, he preparado una sorpresa para ti en el Club Voz del Egeo. No olvides pasar personalmente a recogerla.”
Una sonrisa involuntaria iluminó el rostro de Marina. El Club Voz del Egeo… El mismo lugar donde Cynthia celebraría su fiesta esa noche. El establecimiento más prestigioso de la ciudad se había convertido en el epicentro de dos celebraciones paralelas. La élite empresarial, atraída por la gravitación social de Isaac, acudiría en masa para respaldar a Cynthia. Incluso sus amigos más cercanos habían atravesado fronteras para añadir lustre al evento.
212