Capítulo 19
La puerta se cerró con un golpe seco mientras Dante se limpiaba las gotas de agua del rostro. La verdad era que apenas había bebido; el alcohol solo había sido una excusa, un pretexto para intentar una reconciliación. Pero esta vez…
Suspiró profundamente. La cancelación del compromiso parecía haber tocado una fibra más sensible de lo esperado. El nivel de “drama” que Lydia estaba montando lo desconcertaba completamente.
Se frotó el entrecejo con frustración. La ironía no le pasaba desapercibida: una de las principales razones por las que había elegido a Lydia como futura señora Márquez era precisamente su sensatez, su capacidad para manejar sus emociones sin hacer escándalos. Siempre había sido predecible, manejable, si él le daba una migaja de atención, ella la convertía en un festín de gratitud.
Esta nueva faceta lo dejaba completamente fuera de su elemento. No tenía experiencia lidiando con una Lydia que no cedía ante sus deseos. Con otro suspiro resignado, decidió que lo mejor sería darle espacio. Se mudaría temporalmente, permitiéndole procesar sus emociones antes de volver.
Mientras Dante se debatía con su frustración, Lydia dormía plácidamente en su cama, completamente ajena a sus pensamientos. Para ella, él ya había dejado de ser el centro de su
universo.
Cuando finalmente bajó a mediodía, el rostro de Josefina se iluminó con afecto maternal. “Lydia, ya está lista la comida.”
“Gracias, Josefina.” Lydia le dedicó una sonrisa genuina mientras tomaba asiento. “Nadie
cocina como tú.”
“Ay, tú siempre tan dulce.” Josefina comenzó a servir, pero su inquietud era palpable mientras permanecía de pie junto a la mesa.
“Si tienes algo que decir, dilo sin miedo,” la animó Lydia.
“Tú y el señor Márquez… ¿han tenido problemas?” La preocupación teñía cada palabra.
“Nos separamos,” respondió Lydia con una simplicidad que contradecía el peso de sus palabras.
“¿Separados?” El horror en la voz de Josefina era evidente.
“Sí.” La confirmación fue suave pero firme.
“¿Fue por lo del compromiso?” Josefina no podía entender cómo Dante había sido tan insensible. Una fiesta de compromiso no era cualquier cosa, era el sueño de toda mujer, un momento único en la vida.
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Capítulo 19
Lydia exhaló suavemente. “Se podría decir.”
Pero ambas sabían que era más profundo que eso. El corazón no se enfría de la noche a la mañana. Durante siete años, Lydia había amado sin reservas, entregándose completamente. Pero también se había desgastado, agotado por la constante indiferencia de Dante, las humillaciones silenciosas, la desconfianza perpetua, el desinterés crónico. La cancelación del compromiso había sido solo la última gota en un vaso que llevaba años desbordándose.
“No te preocupes, Josefina,” la tranquilizó con una sonrisa genuina. “Estoy bien.”
Y lo estaba. La decisión de separarse había madurado durante un año entero, y cuando finalmente la tomó, sintió como si todas las cadenas que la aprisionaban se hubieran
desvanecido.
Josefina, recordando algo de repente, corrió hacia el mueble de la televisión. “El señor Márquez te compró un celular nuevo, ya tiene la tarjeta dentro.”
Lydia lo aceptó sin resistencia. Originalmente, había destruido su teléfono y tarjeta SIM para cortar todo vínculo con Nueva Castilla. Pero ahora que estaba de vuelta, los necesitaría, aunque por razones muy diferentes a las que Dante imaginaba.
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