Capítulo 241
“Sí.” Ricardo últimamente tenía la cabeza hecha un lío.
Todas las personas a su alrededor, sin excepción, estaban diciendo que le gustaba Amparo.
Si ese era el caso, entonces asumiría que tenían razón.
Ricardo también había decidido ponerse serio y vivir bien con Amparo: “Lo haré.”
Aunque estar con esta todavía le resultaba algo incómodo, él todavía se sentía oprimido, ya que notaba que algo no encajaba…
Fue entonces cuando Fernando finalmente se tranquilizó.
Al llegar a la empresa, encendió la computadora de inmediato, sin haber empezado a trabajar
aún.
Helena irrumpió en mi oficina y me preguntó: “¿Recuerdas lo que te conté sobre Isabella la
última vez?”
Por supuesto que lo recordaba: “¿La mujer que aceptó las rosas de ese hombre tacaño?”
“¡Exacto!” Helena trajo algunas novedades: “El hombre tacaño quería que Isabella le ayudara a pagar una deuda con su exnovia, pero ella no quería hacerlo.”
“A pesar de que Isabella tiene un buen sueldo, ahorrar más de 20,000 dólares no fue nada fácil para ella.”
“¿Y él quería llevárselo así de fácil?”
“¿Quién se creería que algo como eso sería tan fácil?”
Asentí: “Desde luego que no.”
Helena frunció el ceño de forma despectiva: “Después de ser rechazado, él simplemente sugirió
terminar con Isabella.”
Me quedé sin palabras: “¿Tan extraño puede ser?”
“¡Y hay más sorpresas!“, dijo Helena con irritación: “¿Te acuerdas del ramo de flores que él compró? Pues resulta que era para su exnovia, pero ella no lo aceptó.”
“Luego intentó dármelo a mí, pero tampoco lo quise.”
“Así que, al final, se lo dio a Isabella.”
“Y ella lo aceptó.”
“Como resultado, él le pidió a Isabella que le reembolsara el dinero de las flores. Ella, para no seguir con el drama, terminó transfiriéndole el dinero.”
18:29
Helena casi rodó los ojos al decir: “Después de recibir el dinero, ese tacaño vino a buscarme.”
“Me dijo que, como yo también había visto el ramo de flores, debía darle la mitad de lo que gastó en comprarlas.”
“Me enfadé tanto que terminé dándole unas cuantas bofetadas.”
“¡Yo no me dejo pisotear por nadie!”
Me quedé asombrado.
Helena continuó: “Al ver que no podía sacarme dinero, intentó pedirle de nuevo a su exnovia el dinero del ramo.”
Dudé un poco antes de preguntar: “¿Y su exnovia se lo dio?”
“¡Por supuesto que no!“, respondió Helena sin dudarlo: “Ella ni siquiera recibió las flores, sería absurdo que pagara por ellas.”
Finalmente, respiré aliviada.
Después de contarme todo, Helena se tumbó sobre mis piernas.
Le pregunté algo intrigada: “¿Y no estás enojada por cómo te trató hace unos días?”
“Pequeñeces,” dijo Helena despreocupadamente: “Ni siquiera lo considero importante.”
Al ver que no estaba afectada, me sentí un poco mejor.
Empecé a jugar de forma casual con el cabello oscuro y largo de Helena.
De repente, Helena dejó de hablar y se quedó mirándome como si quisiera decir algo pero sin
atreverse.
Le pregunté si n pensar: “¿Qué pasa?”
“Hace unos días, un amigo con el que me llevaba bastante bien me confesó sus sentimientos,” respondió Helena, visiblemente preocupada. “Nunca imaginé que me vería de esa manera, me tomó por sorpresa.”
“Durante estos días he estado pensando si debería aceptar salir con él, pero entonces…”
“Repentinamente, encontró a otra mujer que se parece mucho a mí y me dijo que la ve como mi reemplazo.”
Helena murmuró en voz baja: “Mis amigos dicen que es muy apasionado y que debería
valorarlo.”
“Pero yo no lo veo de esa manera.”
“Con su comportamiento, no solo me falta al respeto a mí, sino también a esa chica.”
“De repente, empecé a despreciarlo.”
Helena compartió su dilema: “Ello dicen que no sé apreciar lo que tengo, ¿tú qué piensas?”
2/3
18:29 1
Capitulo 241
Le respondí con seriedad: “Creo que tienes razón, así que, Helena, no dudes de tu juicio.”
“¡Lo sabía!” Helena se tranquilizó al instante: “¡Yo sabía que pensarías lo mismo!”