Capítulo 212
Después de que el secretario terminara de hablar, continuó diciendo: “La cantidad de visualizaciones de tu vídeo seguirá aumentando rápidamente, así que…”
Me hizo un gesto con el dedo, señalando que le pasara mi celular.
Lo hice.
El secretario manejó mi celular con habilidad, tocando la pantalla en varios lugares antes de decirme: “Dijiste que no querías hacer publicidad, así que solo colgaremos algunos enlaces de nuestros productos en la página principal.”
“El Grupo Heredia pertenece al Sr. Heredia, es decir, al padre de la pequeña Dora.”
“Considerémoslo como una forma de ayudar a promocionar a su padre.”
“Además, cuando se vendan los productos, tú también podrás obtener una comisión.”
“Eso también aumentará tus ingresos.”
Parpadeé.
Al ver que no decía nada, el secretario dudó por un momento, dejó el celular y me preguntó: “¿No te gusta la idea?”
Negué con la cabeza: “Solo no esperaba encontrarme con un jefe y un patrón tan buenos.”
Realmente estaban haciendo todo lo posible para que yo ganara un poco más de dinero.
El secretario no lo negó: “También pienso que el patrón es muy bueno.”
Luego lo miré fijamente y pregunté: “¿Los colegas que me ayudan con la promoción también reciben el mismo trato?”
El secretario miró hacia atrás hacia Camilo.
Este le entendió, sabía que siempre me preocupaba por los demás, así
El secretario dijo: “Sí, lo tienen.”
Exclamé emocionado: “Qué bien.”
que asintió.
Fue en ese momento cuando realmente aprecié el honor que significaba trabajar en El Grupo Heredia.
Con una oportunidad tan buena, por supuesto que tenía que esforzarme mucho más.
Me incliné para seguir dibujando.
El secretario se levantó y le dijo a Camilo: “¿Entonces voy primero a la compañía de cómics?”
“Sí.” Camilo respondió brevemente.
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Capitulo 212
Aunque decimos compañía de cómics, en realidad está dentro de El Grupo Heredia, solo que ocupaba un piso entero por sí misma.
El secretario abrió la gran puerta de la oficina.
Todos se detuvieron y, como si estuviera predestinado, miraron hacia el secretario; cada vez que venía, siempre traía buenas noticias.
¿Sería esta vez una excepción?
“Gracias al esfuerzo de los autores de cómics…” el secretario, sabiendo que a los demás les gustaba ganar dinero, también se sintió de buen humor: “He conseguido un beneficio para todos.”
“Es que pueden colgar algunos productos del Grupo Heredia en el escaparate de la página principal de sus cuentas.”
Alguien levantó la mano y preguntó: “¿Podemos colgar productos de otras compañías?”
“No.” Rechazó firmemente el secretario. “Porque de esa manera podemos hacernos responsables por si hubiera un problema con los productos del Grupo Heredia.”
“No nos atrevemos a garantizar la calidad de los productos de otras compañías.”
Aun así, era una buena noticia para todos.
Todos estallaron en un intenso júbilo.
El secretario tenía más trabajo que hacer, así que, en silencio, salió de la oficina y luego se puso en contacto con la compañía de muñecos. Les envió el diseño que Ofelia había terminado y les pidió que crearan un muñeco basado en ese diseño.
Camilo se sentó frente a su escritorio, reflexionando seriamente sobre los eventos recientes.
La mayoría de las nuevas empresas ya se estaban desarrollando.
Dora también estaba mejorando.
Pero su relación con Ofelia…
Camilo giró su cabeza para mirar a la mujer que estaba en el cubículo.
Parecía que siempre estaban en el mismo lugar.
Cualquier intento de su parte por crear un contacto ambiguo siempre era esquivado por Ofelia…
Entonces, ¿qué debería hacer para acercarse un poco más a ella?
