Capítulo 45
Amparo ya se había convertido en su madre, pero parecía que eso no era suficiente para él, siempre pensaba en cómo llevar su relación con esa mujer un paso más allá.
Sin embargo, ¿qué tenía que ver eso conmigo?
Lo miré con desdén y le dije: “¿Por qué me cuentas todo eso? ¿Acaso somos amigos?”
Benjamín se quedó parado en su lugar, mirándome con sorpresa.
Fruncí el ceño, sin ocultar mi disgusto: “Cómo tu madre y tú decidan llevar su relación, es asunto suyo, no mío. Por favor, no vengas una y otra vez a informarme, no tengo tanto tiempo para perder contigo, ¿entiendes?”
Dicho eso, pasé por su lado, caminé unos pasos y luego, recordando algo, giré la cabeza hacia la maestra del jardín de infantes: “También espero que, en el futuro, puedan cuidar mejor de sus estudiantes. No permitan que se acerquen a hablar con extraños.”
Tras dejar esas palabras, me subí al coche.
Camilo pisó el acelerador y giró el volante, el auto se incorporó al tráfico. Me miró con una mirada inquisitiva.
Después de pasar algún tiempo juntos, más o menos ya sabia qué tipo de persona era. Encontré una posición cómoda en el auto y me recosté hacia atrás, diciéndole directamente: “¿Qué quieres preguntar?”
“Solo pienso que actúas bien“. Dijo Camilo, retirando su mirada, su voz no reveló ni alegría ni enojo: “Una vez que tomas una decisión, no miras atrás.”
Me reí ligeramente.
Camilo preguntó: “¿Ya has pensado qué vas a hacer a continuación?”
Negué con la cabeza: “Por ahora, no.”
“¿Necesitas que alguien te prepare un plan?” Camilo podía sentir que, desde que Dora estuvo conmigo, las cosas realmente habían mejorado y como agradecimiento, naturalmente, también esperaba que mi vida mejorara.
Rápidamente respondi: “¡No hace falta!”
El hecho de que estuviera dispuesto a acogerme cuando no tenía dinero ni un lugar adónde ir y me diera un trabajo, ya era más que suficiente para agradecerle, realmente no quería
molestarlo más.
También entendía que, si no necesitaba hacer las tareas del hogar, tendría mucho tiempo libre y también esperaba tener algo que hacer, para no aburrirme demasiado,
Entonces, dije sonriendo, “Darne unos días, así debería poder decidir qué me gusta a en qué quiero trabajar.”
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Capitulo 45
“Vale.” Camilo estacionó el auto frente a la oficina: “Puedes dar una vuelta por aquí, a ver si hay algo que quieras comprar.
Si después de pasear encuentras que es aburrido, puedes llamarme y mandaré al chofer a llevarte a casa.”
Después de dar esas instrucciones, subió directamente al edificio y yo me quedé paseando alrededor.
Había muchos edificios de oficinas allí, así que, en la planta baja, básicamente, había todo tipo de tiendas, la mayoría de ellas restaurantes, también había algunas cafeterías.
Mientras miraba los letreros de las tiendas y juzgaba de qué se trataban por las fotos pegadas en las puertas, me pregunté en silencio, si decidiera emprender, ¿me gustaría abrir una tienda
como esas?
La conclusión fue, que no me gustaría.
Primero, abrir una tienda requeriría trabajar muchas horas, lo cual chocaría con el tiempo que dedicaba a cuidar de Dora.
Y segundo, en comparación con esos trabajos que requieren lidiar con muchas personas, preferiría encontrar un empleo que pudiera hacer desde casa.
Mis pasos se volvieron más lentos. Aunque todavía no había terminado de pasear, ya estaba empezando a tener claro lo que no quería hacer.
En cuanto al trabajo que realmente me interesaría, era algo que aun debía decidir.
