Capitulo 1134
Capítulo 1154
El ánimo de Rosana mejoró un poco, después de todo, toda la investigación había ido viento en popa.
Al siguiente instante, Dionisio la abrazó y murmuró con voz tranquila:
-Déjame abrazarte un rato.
Rosana no se movió, y pronto se dio cuenta de que Dionisio se había quedado dorgnido.
No cabia duda, él sí que estaba agotado.
Pasó poco tiempo antes de que el carro llegara al lugar de la fiesta. Rosana no lo despertó, quería que descansara un poco más.
Sin embargo, el estacionamiento se llenó de bocinas sonando y de voces que iban y venían, lo que terminó por despertar a Dionisio.
Él echó un vistazo por la ventana:
-¿Hace cuánto que llegamos? ¿Por qué no me despertaste?
-Queria que durmieras un poco más. Igual, no pasa nada si llegamos tarde a la fiesta. Tú eres más importante.
Y Rosana lo decia en serio.
Dionisio dejó escapar una risa suave y, bajando la cabeza, intentó besarla, pero Rosana se apartó.
Él frunció el entrecejo.
-¿No me dejas besarte?
Rosana lo miró de reojo.
-Se me va a correr el maquillaje, y ni siquiera traje labial.
Dionisio le tomó la mano y le susurró:
-Entonces luego me lo pagas con creces.
Rosana giró la cabeza para mirar por la ventana del carro.
-Ya vámonos.
Los dos entraron tomados de la mano al salón de la fiesta, atrayendo de inmediato la atención de muchos.
No era para menos: últimamente, lo de Sr. Jurado y su supuesta novia Rosana no había dejado de estar en las tendencias de las redes.
Aunque la mayoría de los comentarios sobre Rosana eran negativos, había muchas chicas que la envidiaban; después de todo, había logrado que ese hombre tan orgulloso llegara a esos extremos por ella.
Rosana sintió todas las miradas alrededor, la mayoría cargadas de curiosidad, y algunas otras con burla o desdén.
Era lo habitual; la familia Montes siempre la había visto de esa manera.
Con la llegada de Dionisio, no tardaron en acercarse varios empresarios a saludarlo.
Él, sin soltar la mano de Rosana, se dirigió a todos:
-Les presento a mi novia, Rosana. Espero que la apoyen mucho de ahora en adelante.
-¿Esta es la genio del examen de ingreso universitario, la señorita Lines? Es impresionante.
–Srta. Lines, escuché que siendo tan joven ya es la ingeniera en jefe de la Empresa del Arce. Eso sí que tiene mérito. Superó a mucha gente con más años de experiencia, admirable.
Rosana escuchó los halagos y respondió con humildad:
-La verdad, desde antes me gustaban mucho los temas de computadoras, así que aprendí por mi cuenta. Igual, los que han estado más tiempo en esto saben mucho más que yo. Todavía tengo que aprenderles bastante.
Rosana se esforzaba por mostrarse sencilla, sabiendo que en momentos así lo mejor era ser discreta. Si se ponía a presumir, con facilidad acabaría siendo blanco de las críticas.
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Capitulo 1134
Su actitud humilde sorprendió a todos los presentes.
Muchos pensaban que, siendo la novia de Sr. Jurado, recibiendo ese trato y hasta haciendo que la familia Montes fuera a la quiebra y Miranda terminara en la cárcel, Rosana estaría presumiendo por todos lados.
Pero nada de eso: Rosana se mantenía reservada.
Algunos, que ya iban a lanzarle algún comentario sarcástico o buscarle pleito, se encontraron con su sonrisa amable. Y como dice el dicho, “a quien sonríe no le tiras golpe“, así que no les quedó más que guardarse sus palabras.
Además, Rosana tenía a Dionisio a su lado todo el tiempo, como si fuera su guardaespaldas.
En ese momento, una pareja joven se acercó.
Rosana alzó la vista y vio a Keira Montes, luciendo un vestido de gala blanco que resaltaba su figura.
Ahora Keira vestía de una forma mucho más seductora y femenina, nada que ver con la imagen inocente que solía
proyectar.
Rosana ya se imaginaba que vería a Keira esa noche, pues la fiesta la había organizado la empresa PZ, y desde que Keira trabajaba allí, era seguro que aparecería.
El hombre que acompañaba a Keira habló con tono desafiante:
-Señorita Lines, ¿por qué crees que mereces ser la ingeniera en jefe de la Empresa del Arce?
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