Capítulo 1132
El jefe de grupo miró a Rosana, sorprendido, y preguntó:
-¿De verdad hay problemas con los materiales? Yo pensaba que solo eran rumores y chismes de la competencia.
-La verdad, yo también habría preferido que solo fueran habladurías, pero lamentablemente desde el principio alguien nos tendió una trampa. Esperaron hasta ahora para destaparlo, justo antes del lanzamiento de la versión mejorada, todo con la intención de hundirnos.
-¡Qué mala onda! No puedo creer que usen métodos tan bajos.
Rosana lo miró de frente y dijo:
-Por ahora, lo único que podemos hacer es revisar todo a fondo y asegurarnos de que no haya más problemas ocultos.
Este era, sin duda, un asunto serio.
Al menos en su área la situación era algo más manejable, pero Dionisio tenía las manos mucho más llenas. Lo más probable era que en ese momento estuvieran organizando un retiro total de los productos defectuosos. Si no lo hacían, el golpe para la Empresa del Arce sería todavía peor.
Todos en el equipo estaban ocupados hasta bien entrada la noche.
Rosana sacó su celular y, como era de esperarse, vio el comunicado oficial de la Empresa del Arce: anunciaban el retiro de los productos afectados, el reembolso completo para los clientes y el compromiso de responsabilizarse por cualquier daño a la salud de los usuarios.
Tras la publicación de ese comunicado, la reputación de la Empresa del Arce se desplomó de
inmediato.
Una gran cantidad de productos comenzaron a ser devueltos, y mucha gente se dedicó a criticar a la empresa en sus redes sociales.
[¡La Empresa del Arce es una vergüenza! ¡Cómo se atreven a engañar a la gente así! #NuncaMás]
[Compré su producto para mi mamá y ahora tengo que regresarlo. Qué irresponsabilidad.]
Además, no tardó en aparecer gente sembrando dudas y rumores, señalando que la ingeniera principal de la empresa era una muchacha que seguía en la universidad. Ponían en duda su capacidad profesional y aseguraban que si ella tenía ese puesto era por el respaldo de Dionisio.
En cuestión de horas, la credibilidad de la empresa y de sus productos, desde el proceso de desarrollo hasta la producción, estaba siendo cuestionada por todos lados.
Muchos no podían creer que alguien tan joven ocupara un cargo tan alto, y lo veían
completamente absurdo. Pero si estaba Dionisio detrás, entonces todo parecía tener sentido.
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Capítulo 1132
La velocidad con la que se propagaban los chismes y las malas lenguas era mucho mayor que la de los hechos verdaderos.
Rosana fue testigo de cómo esos comentarios en línea se salían cada vez más de control.
No pudo evitar ir hasta la oficina, donde vio que el equipo de relaciones públicas seguía reunido, discutiendo estrategias con el ceño fruncido.
Dionisio la notó en cuanto llegó y salió a su encuentro.
Se veía agotado, con los ojos algo enrojecidos y una sombra de preocupación en la cara.
-¿Cómo va todo por tu lado? -preguntó él.
-En lo que respecta a los programas, no hay ningún problema. El único detalle fue con los materiales, ahí fue donde manipularon las cosas.
-Entiendo. Aquí seguramente vamos a terminar muy tarde. Mejor regresa a la universidad a descansar. Yo me encargo de esto.
Rosana negó con la cabeza.
-¿Cómo crees que me voy a ir justo ahora? Además, todo esto va directamente contra mí, Dionisio.
-Ya te lo había dicho antes: no es solo contra ti. Aunque te quedes aquí, las cosas no se van a arreglar de inmediato. Esto va a tomar tiempo.
Dionisio tomó la mano de Rosana con fuerza.
-¿Qué acordamos? Tú te encargas de lo tuyo y yo de lo mío.
Ella guardó silencio un momento antes de soltar:
-Ya vi los ataques en mi contra en internet.
Dionisio apretó los labios, con una expresión dura.
-Hoy en la noche vamos a definir la estrategia de relaciones públicas. Lo que buscan es afectarnos emocionalmente. Su objetivo es quitarnos espacio en el mercado.
-Entonces, ¿crees que esa mujer en realidad trabaja en PZ? Ahora entiendo por qué Keira se fue de pronto a la empresa PZ. Todo encaja.
Rosana lo miró directamente.
-¿Con el retiro de los productos vamos a perder mucho dinero?
-Eso es inevitable, pero lo que salga ahorita, lo vamos a recuperar después. Estoy convencido de eso. Si de recursos se trata, ¿tú piensas que me voy a dejar ganar?
La seguridad en sus palabras era contagiosa.
Rosana, al escucharlo, no pudo evitar sonreír.
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Capitulo 1132
-Entonces, si es así, tengo una idea arriesgada. Ya que nos quieren jugar chueco, ¿por qué no jugamos en grande nosotros también?
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