Capitulo 1119
Capítulo 1119
Cuando Esther terminó de hablar, justo como ella esperaba, vio cómo la cara de su primo cambiaba de color como si fuera una paleta de pintura.
Esther siguió con su ataque:
-Si no me crees, puedes revisar las noticias de espectáculos recientes, busca el nombre de Sr. Jurado. Ya hasta conocieron a los papás, eso sí es estar a la altura.
El mensaje era claro: su primo era como un sapo que quería comerse un cisne.
Al ver la expresión de su primo, Esther por fin sintió que se había desquitado. Rosana tenía un novio de una familia súper poderosa, así que jamás vería a alguien tan promedio como él.
Después de que Rosana y Dionisio se marcharon, Rosana recordó lo que había pasado con Esther y arrugó la frente.
Dionisio notó su gesto y preguntó:
-¿Qué pasa?
Rosana le contó todo lo que había sucedido hace un rato.
Dionisio, con voz tranquila, respondió:
-Eso es fácil de resolver, yo puedo hablar con ellos y darles una lección.
-¿Y cómo piensas hacerlo? Si el negocio de la familia termina en bancarrota, Esther podría meterse en líos. Al final siguen siendo parientes, y si la cosa se sale de control, le va a afectar a ella.
Esa era la razón por la que Esther no quería que Rosana pidiera ayuda.
Dionisio le acarició la parte trasera de la cabeza y murmuró:
-¿Crees que soy tan imprudente? Solo enviaré a alguien a advertirles, que no anden por la vida sintiéndose tan superiores.
En sus ojos se asomó un destello helado. Ese primo descarado todavía se atrevía a pretender a Rosana, como si fuera alguien de su nivel, incluso intentaba competir con él.
Por supuesto, Dionisio jamás diría esto frente a Rosana.
Solo necesitaba hacer una llamada, y alguien se encargaría del asunto sin que él se ensuciara las manos.
Mirándola a los ojos, preguntó:
-¿Te quieres quedar en un hotel esta noche?
Rosana se perdió un segundo en la profundidad de su mirada. Sintió cómo le subía el calor a la cara y, mordiendo la esquina de sus labios, preguntó:
-Oye… la vez pasada, ¿el departamento donde nos quedamos era tuyo?
Ahora que estaba de vuelta, le apetecía regresar a ese lugar donde habían compartido tantos recuerdos.
Dionisio asintió:
-Sí, era de Óscar. Pero ya lleva un buen rato sin que nadie viva ahí. Voy a pedir que lo limpien antes de que lleguemos.
-Perfecto.
A Rosana tampoco le interesaba ponerse a limpiar. Si tenía tiempo libre, prefería descansar.
Dionisio estacionó el carro cerca del departamento y echó un vistazo a un cibercafé que quedaba a la vuelta:
-¿Quieres ir a jugar videojuegos un rato?
-¡Claro! Hace muchísimo que no juego nada.
Desde que empezó todo el drama con la familia Montes, hasta su puesto de capitana en el juego lo había dejado.
Entraron juntos al cibercafé, pero los cubículos privados ya estaban ocupados; solo quedaban lugares en el área general.
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Capitulo 1119
Ambos llamaban tanto la atención que pronto todos los presentes les lanzaban miradas curiosas.
Tomados de la mano, se acercaron a dos computadoras. Ya había gente jugando justo ese mismo juego.
Dionisio, atento, encendió la máquina para Rosana y hasta le limpió el teclado y el mouse antes de dejárselo todo listo.
Rosana aceptó el trato como si fuera lo más natural del mundo: era un lujo poder dejarse mimar así.
Entró a su cuenta, y al ver el nombre de usuario de Dionisio, de pronto, le vino a la memoria la época en que hacían equipo en partidas juntos. Una ola de nostalgia la envolvió.
De pronto, un tipo a su lado le habló:
-Oye, señorita, ¿también juegas este juego? ¿Qué te parece si armamos equipo? Así te ayudo a subir de rango.
Rosana ni siquiera levantó la cabeza para responder:
-No hace falta.
El chico insistió:
-A ver, ¿sabes en qué nivel estoy? Un montón de chicas me ruegan que juegue con ellas, y yo ni caso les hago. Ahora te doy el chance, te invito, ¿y ni así aceptas?
Sus amigos se sumaron a la burla.
-Es verdad, Marcos es buenísimo, ¿eh?
-Marcos no solo es bueno en el juego, en otras cosas también es una fiera.
Rosana, al escuchar semejante sarta de tonterías, empezó a perder la paciencia. No les hizo caso y siguió con lo suyo.
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Capitulo 1120

