Capítulo 1107
Rosana se quedó en shock al ver a Dionisio frente a ella. Por un instante, no supo ni dónde estaba parada.
¿Qué rayos estaba pasando?
¿Cómo era posible que él también estuviera ahí?
Intentó recordar lo sucedido la noche anterior. Solo le venían a la mente imágenes borrosas de cuando despidió a Sara y las demás, después de lo cual siguió bebiendo de la emoción.
Al final, se pasó de copas.
Le parecía recordar que Dionisio realmente había llegado y la había detenido para que no siguiera bebiendo.
Después de todo, los dos habían quedado en que esa noche regresarían juntos para visitar la tumba de sus papás.
Quién diría que ella acabaría borracha.
Pero lo que sucedió después, Rosana no podía recordarlo en lo absoluto.
Miró la ropa que llevaba puesta: un camisón de dormir. ¿Y eso? ¿Quién se lo había puesto?
No necesitaba ser un genio para adivinar la respuesta.
Sintió cómo el calor subía por sus mejillas. Definitivamente, el alcohol la había metido en problemas.
-¿Ya despertaste?
La voz grave de Dionisio le susurró al oído, justo cuando un par de manos firmes y cálidas se posaron sobre su cintura.
Rosana bajó la cabeza, incapaz de mirarlo a los ojos.
Sentía su pecho tibio pegado a su espalda, y en esa mañana fría de otoño, ese contacto la envolvía como una cobija reconfortante.
Se sonrojó aún más.
-Ayer me pasé con las copas… Si no, ya hubiéramos regresado.
-Todavía estamos a tiempo de ir hoy. Si tus papás supieran, no te reclamarían por eso.
-Quería contarles la buena noticia cuanto antes, pero me ganó la emoción y me eché unos tragos de más.
Rosana alzó la mirada, buscando su reacción.
-Dime la verdad, ¿no hice nada raro anoche, o sí?
1/3
16:36
Capítulo 1107
Dionisio entrecerró los ojos y la miró con detenimiento.
-¿De plano no te acuerdas de nada?
-No me acuerdo de nada.
La sinceridad de Rosana era total, y su cara de despistada la delataba.
Dionisio, al verla tan ingenua, soltó:
-Mira dónde estamos ahora, los dos en la misma cama. ¿Tú qué crees que pasó anoche?
Rosana se quedó muda.
Probó suerte y murmuró:
-A ver, ya no estamos en edad de escandalizarnos por eso. Somos adultos, ¿no?
Dionisio la miró con intensidad.
-¿Entonces te quieres desentender después de lo que pasó?
-¿Desentenderme de qué? Oye, fue algo de los dos, ¿no? No recuerdo haber forzado a nadie.
Dionisio guardó silencio.
Ahora que Rosana había vuelto en sí, ya no era tan fácil tomarle el pelo.
Le pellizcó la mejilla con cariño.
-Olvidemos eso, pero hay otra cosa que quiero preguntarte.
-¿Qué cosa?
Rosana tragó saliva. ¿Y si anoche, con la borrachera, había dicho alguna tontería?
Si se trataba de simples disparates, no le preocupaba. Lo que sí la ponía nerviosa era haber revelado algo que debía guardar en secreto, como lo de su vida pasada.
El hecho de haber regresado en el tiempo era un secreto absoluto; no se lo había contado a
nadie.
¿Quién le iba a creer algo tan absurdo si no lo vivía en carne propia?
Su expresión de cautela no pasó desapercibida para Dionisio, quien interpretó su nerviosismo
de otra manera.
¿Será que sí me está ocultando que alguna vez estuvo enamorada de alguien más?, pensó él.
Rosana, al ver que Dionisio no decía nada, se puso aún más inquieta.
-¿Qué fue lo que dije anoche?
Dionisio analizó su rostro antes de hablar.
-¿De dónde aprendiste la técnica de los doce golpes seguidos?
213
15.05
¿La técnica de los doce golpes seguidos?
Apenas escuchó la pregunta, Rosana sintió que le caía un balde de agua fría.
Carraspeó, intentando disimular.
-La aprendí sola, ¿qué no?
-Pero anoche dijiste que yo te la enseñé. ¿Cuándo se supone que pasó eso?
Dionisio, en el fondo, quería preguntarle si alguna vez había estado enamorada de alguien más, pero le parecía que eso sonaba a celos, así que prefirió cambiar de tema y lanzar primero la pregunta sobre la técnica.
Anoche, Rosana había dicho cualquier cantidad de cosas sin sentido, mezclando temas y sin ningún orden lógico.
Al escuchar la pregunta, Rosana se quedó petrificada.
Definitivamente, el exceso de alegría la había hecho hablar de más. Sin embargo, por la reacción de Dionisio, parecía que solo había dicho eso y nada más grave.
3/3

