Capítulo 1085
-Rosana soltó una risa burlona-: En este mundo, todo se paga. -La mirada de Miranda era implacable-. -De nuevo estás culpando a los demás por tus fallos-, añadió Rosana. -En la familia Montes siempre creen que los demás son los culpables y ustedes nunca cometen errores. Pero lamento decirte que el juez solo acepta pruebas, no excusas. En lugar de perder tiempo odiando aquí, mejor piensa cómo aprovechar el tiempo que te queda.
Dicho eso, Rosana se dio la vuelta y se marchó, sin querer quedarse más tiempo en ese lugar
Detrás de ella, los gritos desesperados de Miranda resonaron: -¡Regresen! ¡Todos ustedes, regresen!
Pero al final, Miranda fue llevada a rastras, sin poder evitarlo.
Al salir, Rosana vio a Flora parada sola en la acera, limpiándose las lágrimas con la mano.
Rosana decidió no acercarse de inmediato, queriendo darle a Flora un momento para calmars -Miranda está completamente loca-, comentó Rosana al ver a Dionisio.
-Ahora me arrepiento de no haber evitado la relación de mi madre con Miranda hace años. Si hubiera descubierto todo antes, quizás las cosas no estarían así ahora-, dijo Dionisio con un tono de verdadero pesar.
-No puedes culparte-, respondió Rosana-. Antes de que todo saliera a la luz, nadie sabía hasta dónde podía llegar Miranda con su locura.
La conducta de Miranda había superado todos los límites de lo aceptable.
Flora, al recomponerse, miró a Rosana y dijo: -Estaré presente para testificar en el juicio. Alguien tan despiadado como ella merece pagar con su vida.
Rosana la abrazó y dijo: -Cuando este juicio termine, todo habrá acabado.
Flora, con los ojos nuevamente enrojecidos, asintió: -Así es.
Rosana sabía que Miranda había manipulado a todos en este incidente. Su egoísmo y maldad habían conducido a la muerte de los padres de Flora y casi la arrastran a ella también a un destino fatal.
Tuvieron la mala suerte de encontrarse con alguien tan cruel, pero al final, la justicia prevaleció y Miranda fue llevada a prisión para enfrentar su castigo.
Flora verificó la hora en su reloj: -Vamos a cenar juntas, ¿te parece? Llevo tanto tiempo en el hospital que ya ni recuerdo lo que es comer fuera.
-¿Qué te parece La Cúpula Dorada?– sugirió Rosana.
-No, ya me harté de ese lugar. Hay un restaurante nuevo que ha recibido buenos comentarios. Probemos ahí-, propuso Flora.
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15:49
Capitulo 1085
Era raro que Flora quisiera salir un rato, así que Rosana decidió quedarse y acompañarla a ese nuevo lugar.
La cena transcurrió de manera agradable. Sin embargo, Rosana notó a la pequeña madrastra de Sara, que se parecía mucho a Leonor, vestida con un conjunto de lino blanco de estilo vintage, emanando una pureza peculiar.
Aunque físicamente similar a Leonor, sus personalidades eran completamente opuestas. Mientras que Leonor era una maquinadora disfrazada de fragilidad, la otra mujer exudaba la elegancia de una belleza clásica.
Dionisio siguió la mirada de Rosana y también vio a la madrastra de Sara.
-¿Qué hace aquí?–, preguntó frunciendo el ceño.
-Sara mencionó que vino para encargarse de unos asuntos de la empresa, pero no debería quedarse mucho tiempo-, explicó Rosana.
-Es curioso lo parecida que es a Leonor, pero sus auras son tan diferentes. No son del mismo tipo de persona en absoluto-, comentó Rosana.
-He investigado y no tiene ninguna relación con la familia Quiroga-, añadió Dionisio.
-Lo sé, Sara ya me lo explicó. Pero sigue siendo una coincidencia bastante peculiar-, reflexionó Rosana mientras ambos se marchaban.
La mujer, que había estado sentada, levantó la cabeza y miró hacia el lugar donde Rosana y Dionisio habían estado.
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