Capítulo 1081
Rosana se quedó pasmada al ver esa cara.
-¿No que la madrastra de Sara se había ido al extranjero?
La última vez, cuando Ángela encerró a Sara en casa, obligándola a firmar el acuerdo de transferencia de acciones, fue esta madrastra quien, en secreto, ayudó a Sara a engañar a Ángela.
De no ser por eso, la situación de Sara habría sido desastrosa.
Ahora, con Javier, el guardaespaldas mercenario, siguiéndola las 24 horas, la seguridad de Sara estaba garantizada.
Pero, ¿por qué había regresado de repente esta madrastra?
Antes no había escuchado que Sara mencionara que la familia Chavira estuviera pasando por algo.
Rosana siguió observando hasta que la mujer subió al carro y se fue. Luego se dio la vuelta y caminó hacia la escuela, pensando en preguntarle a Sara más tarde.
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Por otro lado, Estefanía Iglesias, la madrastra, bajó la ventana del carro y observó la figura de Rosana mientras se alejaba, soltando una sonrisa despectiva.
Estefanía subió la ventana de nuevo. -Vamos al hospital.
Cuando Rosana regresó al dormitorio, se frotó las manos. -Cada vez está más frío.
Vio una caja de regalo elegante sobre la mesa.
-¿Qué es esto? -preguntó.
Marina sonrió. -Son regalos que la madrastra de Sara trajo de regreso al país. Nos tocó a todas.
Rosana vio tres hermosas pulseras de diamantes.
Miró a Sara. -¿Por qué regresó de repente? ¿Es que la familia Chavira está tratando de hacerte la vida imposible de nuevo?
Sara negó con la cabeza. No, ella planea regresar para ocuparse de algunos asuntos de la empresa. Ha estado en el extranjero durante años, pero también tiene una compañía aquí que mi papá le regaló,
Al mencionar esto, Sara se sentía mucho más tranquila que en el pasado,
Antes, siempre había resentido que su papá hubiera tenido una aventura y un hijo con otra mujer.
Capítulo 1081
Sin embargo, la mayoría de las propiedades se las dejó a ella.
Aunque Sara aún no podía encariñarse con su madrastra, ya no la rechazaba como antes. Al fin y al cabo, ahora ella era la mayor beneficiada.
Rosana asintió. -Ya veo. Justo la vi cuando regresaba en la entrada de la escuela. Al ver su cara, tan parecida a la de Leonor, me pregunté si no tendrían alguna relación.
Sara comentó. -Marina me hizo la misma pregunta hace un rato.
Rosana miró a Marina. -¿Qué le preguntaste?
-Le mostré una foto de Leonor y le dije que se parecían mucho. La madrastra dijo que no la conocía, pero admitió que el parecido era sorprendente. Incluso mencionó que le gustaría conocerla algún día.
Marina añadió: -Pero por su actitud, parece que no conoce a Leonor.
Sara continuó. -Yo también investigué antes. No hay nada que las relacione. Debe ser solo una
coincidencia.
Marina comentó con un toque de sarcasmo. -Parece que a los tipos les gustan de ese tipo, tan frágiles.
Rosana intervino. -Ahora Leonor está en el hospital, tuvo un parto prematuro y está en cirugía. -¿Por qué fue prematuro?
-Porque Benito la golpeó.
Rosana contó todo lo que Julio le había dicho.
Marina no pudo evitar aplaudir. -¡Es el karma! ¡El niño ni siquiera es de Benito! Benito debe estar furioso.
-¿Verdad? Por eso reaccionó así, debe estar extremadamente enojado.
Rosana ya había sospechado que el bebé podría no ser de Benito, pero no esperaba que fuera cierto.
Sara comentó. -Vaya, Benito sí que arruinó todo. Cuando te sermoneaba sobre la moral y la venganza por sus padres, lo hacía muy bien. Pero cuando le tocó a él, perdió el control.
Marina expresó su preocupación. -¿Eso afectará el juicio? ¿Leonor irá a quejarse con su papá? Sara negó con la cabeza. -Es poco probable. Ahora Leonor no tiene a nadie en quien apoyarse, y solo puede obedecer a la familia Lines.
-Exacto, la familia Lines planea comprar a Leonor con dinero. Ahora mismo, eso es lo que más necesita. Así que el juicio no debería tener problemas.
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