Capítulo 417
Él nunca había llevado a Sabrina a una fiesta como esta. Siempre pensó que Sabrina no se adaptaría a tales ambientes. En la fiesta de cumpleaños de Thiago, ella hizo el ridículo, confirmando así sus sospechas.
Pero en este momento, se dio cuenta de que había vuelto a equivocarse. Ella no solo no estaba nerviosa o incómoda, sino que estaba completamente tranquila y segúra de sí misma.
Araceli se acercó a André con la intención de preguntarle sobre su estudio. Sin embargo, André no notó su presencia; en cambio, seguía mirando fijamente a Sabrina. La envidia y el rencor se reflejaron en los ojos de Araceli.
En ese momento, un hombre extranjero, alto y apuesto, se acercó a Sabrina con una sonrisa.
-¡Estrella, viniste!
Sabrina se giró y, al ver a Louis Rousseau, le sonrió también.
-Louis, tú también estás aquí.
Ella ya había decidido unirse al equipo de traducción de Louis, lo que había estrechado su
relación.
Louis no ocultaba su admiración por Sabrina.
-Estrella, tengo una buena relación con Elwood. Ven, te llevaré a saludarlo.
Para conquistar a la chica que le gusta, uno debe ofrecerle los mejores regalos.
Sabrina dudó por un momento. Marcelo, por supuesto, notó el interés de Louis por Sabrina. Cualquier otro día, él lo habría detenido, pero en este momento, no solo no lo hizo, sino que dijo:
-Sabrina, es una oportunidad única, ve.
Marcelo sabía que, con el talento de Sabrina, no era alguien que pasaría desapercibida. Pero con personas como André y Fabián intentando oprimirla, llegar hasta donde estaba ya había sido un logro.
En el futuro, cuando Sabrina alcanzara el éxito, probablemente seguiría enfrentando la presión de los Ramos. Cada oportunidad que tuviera ahora se convertiría en su capital para enfrentar a estas personas en el futuro. A menos que ella decidiera conformarse. Pero eso era imposible. Ella era como una estrella brillante, nunca iba a ser alguien común y corriente.
Sabrina asintió ligeramente.
-Bueno, entonces iré.
Mientras veía a Sabrina alejarse, Marcelo apretó el puño en silencio. También debía esforzarse para mejorar, convertirse en el apoyo más sólido de Sabrina, asegurarse de que nadie la lastimara jamás.
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Recordando las acciones de Nicolás Rangel y los Ramos, una fría determinación brilló en los ojos de Marcelo. Aún no tenía suficiente poder para enfrentarse a la familia Ramos y a Nicolás, pero no dejaría que se salieran con la suya tras haber perjudicado a Sabrina.
Sabrina había sido expulsada de su hogar debido a un escándalo que estalló durante su fiesta de cumpleaños. Se suponía que ella y Nicolás, el prometido de Eva Ramos, habían pasado la noche juntos, sin razón aparente.
Sabrina le había asegurado que no sentía nada por Nicolás y que no había pasado nada entre ellos esa noche. Aunque explicó la situación, nadie le creyó. Martín Ramos, al ver que Sabrina había causado semejante vergüenza, le dio una bofetada en público y le exigió que pidiera disculpas. Además, decidió rápidamente cambiar el compromiso, obligando a Sabrina a casarse con Nicolás.
Por supuesto, Sabrina se negó. Entonces, Martín le dio dos opciones: casarse con Nicolás o abandonar la familia Ramos. Sabrina eligió irse.
Poco después, la madre de Sabrina falleció. Durante ese tiempo, Sabrina vivió en una especie de niebla emocional. Marcelo, al no soportar ver a Sabrina tan afectada, decidió ir a hablar con los Ramos para aclarar las cosas. No logró encontrarse con ellos, pero escuchó a Nicolás hablando de Sabrina con un amigo.
Resultó que todo había sido un plan orquestado por Nicolás. Según Nicolás, al casarse antes de afianzarse en la familia Ramos, Sabrina nunca podría amenazar la posición de Eva.
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