Capítulo 1040
La madre de aquel joven influyente, para resolver el problema, se había visto obligada a hablar bien de Samuel para mediar la situación. Ahora, todos los conocidos de Keira de la misma clase social habían sido advertidos por sus familias: bajo ninguna circunstancia debían involucrarse con ella.
Rosana permaneció en silencio un momento antes de decir: -Keira fue al hospital a buscar a Flora, pero la rechazaron.
-Si fuera yo, tampoco aceptaría las condiciones de Keira -dijo Marina con desdén-. Esa familia, ¿qué clase de personas son?
El destino de Flora era un claro ejemplo de lo que sucedía con quienes se cruzaban con la
familia Montes.
-Los Montes son como vampiros, cualquiera que se acerque a ellos termina pagando el precio -añadió Marina.
-Ahora el video de Keira siendo atrapada en plena traición también está en la red. De ser una dama de sociedad, ahora es vista como una cualquiera -suspiró Sara.
-Mi tía aceptó dinero para encargarse personalmente del asunto. Keira no podrá recuperarse de esta continuó Sara.
Y como nadie tenía simpatía por las maneras de la madre e hija de la familia Montes, ahora todos se unían para empujar la pared que ya estaba cayendo.
-Esto es lo que llaman cosechar lo que siembras -dijo Marina con satisfacción.
-Keira tuvo la oportunidad de elegir–relató Rosana-. Flora le ofreció enviarla al extranjero, pero ella lo rechazó.
Marina soltó una risa burlona: -Keira es demasiado ambiciosa. Quiere que la familia Montes no quiebre y que Miranda no termine en la cárcel. ¿Cree que Flora es un genio de la lámpara?
-Es verdad -añadió Sara-. Los Montes son realmente avariciosos. Keira, al final, no tenía la cabeza en su lugar, terminar en esta situación por una madre así no vale la pena.
Rosana tampoco podía creer que Keira siguiera adelante sin importar las consecuencias, caminando hacia su propia ruina. Ahora que estaba siendo insultada en toda la red, no había lugar para la compasión. Lo que se busca, se encuentra.
-Jamás pensé que una mujer tan astuta como Keira no pudiera ver que lo de Miranda era un abismo, y aun así quiso lanzarse -dijo Rosana.
-Quizás pensaba que si Miranda realmente iba a la cárcel, la familia Montes se vería afectada -reflexionó Sara-. No quería que la gente hablara de ella, por eso intentó impedirlo.
Marina asintió: -Tiene sentido. Keira tenía todo calculado, pero no contaba con que Samuel no seguiría el plan. Si Samuel se dejara llevar por una cara bonita, entonces quien debería
preocuparse es Rosana.
Rosana estuvo de acuerdo con Marina. Keira había pensado en cada paso, excepto en que Samuel cambiaría de opinión.
No obstante, Keira no se quedó varada mucho tiempo. Se dirigió a su fiel admirador para implementar su segundo plan. Pero fue sorprendida en flagrante y su reputación quedó por los suelos.
-La señorita Montes subestimó las tácticas de estos hombres maduros. Pensó que todos eran como sus anteriores admiradores, fáciles de desechar -dijo Rosana con resignación.
Sin embargo, Samuel fue implacable.
Con el paso del tiempo, Rosana disfrutaba de la calma. Desde que Keira tuvo problemas, Mo no volvió a aparecer. Los casos legales de sus padres avanzaban sin contratiempos, Miranda fue detenida y estaba a la espera de juicio. Todo marchaba viento en popa.
Pero entonces surgió un problema con Flora; la donación de riñón fue cancelada, y la cirugía tuvo que posponerse. Al enterarse, Rosana se dirigió a Sara con preocupación: -¿Crees que la familia Montes está detrás de esto?
-No lo sé, pero últimamente han estado muy discretos. Los padres de Keira se divorciaron, lo que muestra lo desesperados que están por separarse de Miranda. Es poco probable que hagan algo para molestar a la familia Jurado respondió Sara.
Rosana se inquietó al escuchar esto. Estaba preocupada por la salud de Flora. Si no encontraban un donante pronto, ¿qué harían?
En ese momento, Rosana recibió una llamada de Dionisio. Sin pensarlo dos veces, respondió.
Del otro lado se oyó su voz grave: -Me dijiste antes que Román podría tener una solución para el tratamiento de mi madre, ¿verdad?
El corazón de Rosana se hundió.
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