Capítulo 1034
-¿Por qué me miras así? -preguntó Dionisio al notar la mirada de Rosana.
-No es nada. Si tienes cosas que hacer, ve tranquilo. Yo estaré bien sola.
Dionisio se levantó. -Está bien, luego regreso. Llámame si necesitas algo.
Mientras observaba la espalda de Dionisio al alejarse, Rosana soltó un suspiro. Hubo un momento en el que realmente quiso contarle que había recordado todo sobre el accidente, pero las palabras no salieron de su boca.
-Ya habrá oportunidad para decírselo -pensó Rosana mientras se mordía el labio.
Sacó su celular y respondió al mensaje de Román: [Ya todo está bien.]
Román llamó de inmediato. Rosana miró el teléfono y finalmente contestó:
-¿Hola? ¿Qué pasa?
-Tu voz suena un poco ronca. Come algo que te ayude a mejorar -sugirió Román con tono
amable.
-Sí, ya me siento mejor. Gracias por el remedio.
Rosana tenía sentimientos encontrados hacia Román, pero no podía negar que el medicamento que él le había dado la había ayudado a recuperarse.
-No tienes que agradecerme, eres mi hermana. Es lo que debo hacer -respondió Román, evidentemente contento de escuchar su gratitud.
El rostro de Rosana mostró una expresión más seria al escuchar eso. -Si no hay nada más, voy a colgar.
Colgó antes de que Román pudiera decir algo más. No tenía ganas de seguir escuchándolo. Mantener distancia era lo mejor para ambos, pensó.
Después de pasar un rato en la habitación del hospital, Rosana decidió salir a tomar un poco de aire fresco. En el pequeño jardín se encontró con Flora Jurado, quien también vestía una bata de hospital y estaba sentada sola en un banco, mirando al vacío.
Al ver a Flora, Rosana dudó un momento, considerando si debía acercarse o no. Su relación con Flora era complicada, así que optó por alejarse, dudando de qué decirle.
-Cof, cof, cof.
El sonido de una tos fuerte y persistente la hizo voltear. Flora se inclinaba, sujetándose el pecho, tratando de alcanzar un vaso de agua que terminó cayendo al suelo.
Rosana se acercó, recogió el vaso y lo llenó, extendiéndoselo a Flora.
-Gracias -dijo Flora, sorprendida al ver a Rosana.
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Capítulo 1034
-¿Qué haces aquí? ¿Estás enferma? -preguntó Flora, levantándose de inmediato.
-No es nada grave -respondió Rosana con una ligera sonrisa.
-¿Cómo que no es grave si estás en el hospital? ¿Viniste sola? ¿Quién te atendió? Voy a hablar con el director para que te trate.
La preocupación de Flora hizo que Rosana se sintiera un poco incómoda.
-Dionisio me trajo, y el director ya me revisó -contestó Rosana, explicando el incidente del incendio en el dormitorio.
-Me alegra que no haya pasado a mayores -Flora sonrió con alivio-. Así que fue Dionisio quien te trajo. Me deja más tranquila saber que él está a cargo.
-Toma un poco de agua para la garganta -sugirió Rosana.
Flora tomó un sorbo y limpió las comisuras de su boca. -Disculpa por hacerte pasar un mal
rato.
-¿Cómo te sientes ahora? -preguntó Rosana.
-Lo mismo de siempre, esperando el trasplante de riñón -respondió Flora.
-¿Cuándo será? -preguntó Rosana.
-El próximo mes -dijo Flora, mirándola-. No te preocupes, todo está arreglado. No aceptó las condiciones de la familia Montes, no hay de qué preocuparse.
-Yo… no estaba preocupada por eso. Me preocupa tu salud -dijo Rosana apresuradamente, sacudiendo la cabeza.
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Estoy bien. Con Dionisio a tu lado, puedo estar tranquila. No te preocupes por su abuelita, una vez que se aclaren las cosas, no habrá oposición de su parte -Flora hablaba con entusiasmo creciente. Y su boda debe ser una gran celebración.
Rosana se sintió incómoda al ver cómo el tema cambió inesperadamente a la boda.
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