Capítulo 385
¿Qué?
Raquel inhaló bruscamente, abriendo los ojos de par en par, -¿Cariño? ¿Qué es eso?
Camila extendió dos dedos y los tocó, -Es un beso.
Raquel se tranquilizó. Había pensado que Camila y Héctor ya habían tenido una relación sexual.
Raquel preguntó, -Camila, ¿realmente te gusta mucho Héctor?
La imagen de la fría y guapa cara de Héctor surgió en la mente de Camila, su corazón comenzó a latir más rápido, fuera de su control, ese era el sentimiento de gustar a alguien.
Camila asintió con timidez, —Sí.
Raquel quería decir algo, pero al final no dijo nada. El gusto es algo entre dos personas; los demás son solo espectadores.
Media hora después llegaron a Casa Guerrero, Raquel y Camila entraron.
Como Raquel aún no sabía la verdadera identidad de Camila, Camila planeaba encontrar el momento adecuado para explicárselo bien, por lo que hoy había avisado de antemano que nadie revelara su identidad.
-…señorita Camila, señorita Raquel, ¿han llegado?– Violeta les dio una cálida bienvenida.
Raquel y Camila sonrieron, en ese momento Rodrigo bajó por las escaleras, -Raquel, has
venido.
Los claros y brillantes ojos de Raquel se dirigieron hacia Rodrigo, asintiendo, —Sí, escuché que querías hablar conmigo.
Rodrigo, Vamos a hablar en la biblioteca.
Raquel, Está bien.
–
En ese momento una voz baja y magnética sonó, —Espera.
Raquel se giró, lo vio en la puerta.
Alberto también había llegado.
Camila parpadeó, -Presidente Alberto, ¿cómo es que viniste?, ¿acaso viniste para ver a Raquelita?
Alberto miró a Raquel, ella no había respondido a su WhatsApp, así que había venido a buscarla.
Capitulo 385
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-Raquel, necesito hablar contigo.
Rodrigo miró a Alberto, -Alberto, tu asunto puede esperar, yo fui el primero en llamar a Raquel aquí, Raquel, vamos arriba a hablar.
Raquel siguió al señor Rodrigo escaleras arriba.
Alberto permaneció en la sala de estar esperando, mientras Camila se acercaba a él, -Alberto, ¿ qué necesitas de Raquelita?
Alberto apretó los labios brevemente, -¿Sabías que Raquel está saliendo con Luis?
Camila sonrió, -¿No es normal que Raquelita salga con alguien? Tú y Ana están a punto de casarse, ¿qué pasa? ¿ Ahora que vas a casarte, esperas que Raquelita no lo haga nunca?
Alberto se quedó sin palabras.
Arriba, en el estudio.
Raquel entró primero al estudio, mientras Rodrigo se apartaba para atender una llamada.
Era la primera vez que Raquel visitaba el estudio de Rodrigo. Echó un vistazo alrededor y luego se sentó
Rodrigo colgó rápidamente el celular y regresó con prisa, tenía muchas preguntas que quería hacerle a Raquel.
Quería preguntarle cómo había logrado curar la marca de nacimiento en el rostro de Camila.
Él quería preguntarle por qué se dormía durante las clases y al abrir los ojos se daba cuenta de que había hecho mal los ejercicios.
Siempre sospechó que Raquel tenía secretos.
Rodrigo entró al estudio, y al instante se quedó paralizado, porque Raquel estaba sentada en la silla de su oficina, hojeando las notas académicas que él había escrito.
Al oír el ruido, Raquel levantó la mirada hacia él, –Rodrigo, ¿querías verme?
El tono en que ella lo llamó “Rodrigo” hizo que las piernas de Rodrigo se debilitaran, porque ya había adivinado la verdad.
El señor Rodrigo, con los ojos desorbitados y tartamudeando, dijo, —¿Eres El Invencible?
