Capítulo 297
La familia Guerrero ejerce un dominio implacable sobre la industria del entretenimiento, controlando prácticamente la mitad del negocio. Fue precisamente este sector el que cimentó el prestigio y la fortuna del apellido Guerrero, elevándolos a la cúspide del poder y la influencia. Aunque Fabián carece de talentos destacables en otros ámbitos, en el mundo del espectáculo su palabra es ley. Con una simple orden podría hundir no solo a una aficionada como Sabrina, sino incluso a cualquier celebridad consagrada que se cruzara en su camino.
Al escuchar la petición de Fabián, su interlocutor quedó estupefacto.
-¿Bloquearla? ¿Me está pidiendo bloquear a la señorita Ibáñez?
El encargado, tras su investigación, había confirmado que el video original de Sabrina se había filtrado desde la cuenta personal de Fabián. Además, lá transmisión en vivo se interrumpió estratégicamente cuando Sabrina alcanzaba su momento más brillante, un movimiento calculado que manipulaba magistralmente la psicología de la audiencia. Esta táctica se basaba en principios elementales: lo que menos se muestra, más se anhela; cuanto más misterio, mayor curiosidad despierta. El señuelo había sido lanzado con precisión experta, una maniobra que solo un profesional de la industria podría ejecutar tan impecablemente. Toda esta operación apuntaba claramente a impulsar a una artista bajo el sello de su compañía.
-Exacto -respondió Fabián con severidad-. Primero bloquéala y luego asegúrate de que la noticia circule.
¿Quién en su sano juicio se atrevería a desafiar a la familia Guerrero en el competitivo mundo del entretenimiento?
El subordinado permaneció paralizado momentáneamente.
-Bien… lo haré ahora mismo.
Al finalizar la llamada, Fabián temblaba de furia, con los músculos faciales contraídos por la rabia. Experimentaba una correlación perversa entre el éxito de Sabrina y su propio enojo; cuanto más próspera se volvía ella, más intenso era su odio. Inversamente, cada tropiezo en la vida de Sabrina le proporcionaba un placer malsano que alimentaba su ego herido.
Fabián organizó un encuentro íntimo en un reservado del restaurante para celebrar el divorcio de André. Este asunto, lejos de ser motivo de orgullo público, requería cierta discreción. Por ello, limitó la invitación a Jorge, mientras Araceli, como era de esperarse, completaba el círculo.
-André, ¿de verdad te divorciaste de Sabrina? -preguntó Jorge con genuina curiosidad.
-Claro que sí, Araceli y yo fuimos testigos -intervino Fabián apresuradamente.
Jorge centró su mirada inquisitiva en André.
-Todavía no entiendo qué pasó para que llegaras a divorciarte.
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Capítulo 297
André se sirvió vino con gesto indiferente.
-Ella insistió en hacerlo.
-¿Y por qué más iba a ser? Porque no soporta a Araceli -añadió Fabián, magnificando la situación-. Mira cómo se ha portado Sabrina desde que Araceli regresó.
-La atacó a propósito, casi la mata cuando la tiró al agua y todavía tuvo el descaro de negarlo. La indignación crecía en su voz mientras continuaba:
-Si no fuera por ser la esposa de André, ¿crees que esto se hubiera quedado así?
Al escucharlo, Jorge dirigió una mirada penetrante hacia Araceli.
Ella se estremeció imperceptiblemente, derramando gotas de su vaso. Nunca había logrado descifrar completamente a Jorge. A primera vista, parecía un hombre de trato afable, siempre cortés, encarnando la esencia del caballero perfecto, lo que le hacía extremadamente popular entre las mujeres… no, más bien entre todos los que le conocían. Inicialmente, Araceli lo había clasificado como el más manipulable del círculo cercano a André.
Qué equivocada estaba.
Bajo esa apariencia de cordialidad universal, Jorge resultaba ser el más inaccesible. Todos sus intentos por ganarse su confianza habían fracasado estrepitosamente. Cada vez que intentaba, sutil o directamente, denigrar a Sabrina en su presencia, él respondía con una sonrisa enigmática:
-Creo que tal vez tenga un malentendido con la señorita Ibáñez.
Y cuando el grupo se unía para criticar a Sabrina, Jorge invariablemente comentaba:
-André, no creo que la señorita Ibáñez sea así. ¿No deberías investigar mejor?
Jamás se dejaba arrastrar por la opinión colectiva ni sucumbía ante sus encantos femeninos. Araceli había organizado meticulosamente una presentación e invitado a André, Fabián y Jorge para que presenciaran su actuación.
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