Capítulo 289
Raquel y Camila estaban acurrucadas bajo una manta, sin haber dormido, conversando.
Camila preguntó:-Raquelita, ¿has conocido a algún joven así?
Raquel respondió:—¿¿Cómo así?
A Camila le vino a la mente la imagen de ese chico de cabello corto y rostro guapo.–Pues, a ese tipo, tan frío, tan cool. ¡Es increíblemente bueno peleando, da un poco de miedo…
Raquel miró la chaqueta de béisbol negra que colgaba en el perchero, la misma que Camila llevaba puesta al principio. Después de quitársela, la había colgado con cuidado allí. Era claramente la prenda del chico que había salvado a Camila.
Raquel sonrió ligeramente. -¿Te refieres a Héctor?
Camila asintió.—Sí, es él.
Raquel parpadeó con picardía. —¿Entonces, piensas devolverle su favor de la mejor forma posible?
Camila se sonrojó.–Raquelita, ya no te voy a contar más.
Raquel se rió suavemente.
Camila le tapó la boca con la mano.–Raquelita, no te rías.
Alberto estaba acostado en la cama, con la lluvia cayendo fuertemente afuera. Raquel y Camila seguían conversando, sus voces eran suaves y se reían de manera animada, llenando la
habitación modesta y pequeña de una calidez palpable.
Alberto curvó sus labios en una ligera sonrisa.
Camila, con un tono ligeramente reclamante, dijo:-Raquelita, por favor, no te rías de mí. No sé con quién más podría hablar de esto, solo contigo, que eres mi cuñada.
Camila veía a Raquel no solo como una cuñada, sino como una amiga íntima.
Raquel, sin embargo, se detuvo de golpe.–¿Cuñada?
Camila dio un brinco por dentro, había olvidado que Raquel aún no conocía su relación.
Raquel sí recordaba a su primo, el “chico problemático“.-Camila, ¿te refieres a tu primo el… ¿ imbécil?
El primo “imbécil“, Alberto, giró la cabeza con mirada afilada, dirigiéndola directamente a Camila. ¿De nuevo estás hablando mal de mí por atrás?
Capitulo 299
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Camila, completamente silenciosa.
Con miedo, sacó la lengua.–Mi primo es un galán, un montón de mujeres quieren ser mi cuñada, ¡pero la única cuñada que tengo en mi corazón eres tú!
Camila dijo esto mirando a Alberto.
Alberto permaneció imperturbable. De hecho, Ana ya le había contado todo, no quería ser amiga de Ana. El día que la llamó a la familia Guerrero, lo había hecho para defender a Raquel.
Su prima, con sus acciones, había demostrado que en su corazón solo había una “cuñada“, y esa era Raquel.
A Alberto no le importaba a quién iba a elegir como esposa, porque Raquel escogería a su cuñado, de eso estaba seguro.
¿Qué más podría decir Alberto?
Raquel no profundizó en el tema del primo de Camila, ya que no tenía relevancia para ella. Pensó un momento en Héctor, ya lo había visto antes, y le dejó una impresión bastante fuerte.
-Camila, ¿sabes a qué me recuerda Héctor?
-¿A qué?
Raquel murmuró suavemente: -Héctor es como un caballo salvaje, es alguien de otro mundo para ti.
Camila pensó un momento, pero pronto el cansancio la invadió. Tomó a Raquel de la mano. – De cualquier forma, tengo que llevar su ropa a la lavandería y devolvérsela, decirle gracias en persona. Raquelita, tengo sueño, vamos a dormir.
Raquel asintió.-Ok.
En poco tiempo, ambas se quedaron dormidas, sumidas en un sueño profundo.
Pero Alberto no lograba dormir. Las dos chicas seguían charlando a su lado, riendo en voz baja. No podía conciliar el sueño.
Volteó para mirar à Raquel, quien tenía medio rostro escondido bajo las mantas, durmiendo profundamente.
Extendió la mano y levantó las cobijas, revelando su pierna.
Hace un rato, ella se había golpeado con una piedra. Aunque Camila vio que era la pierna derecha, que estaba perfectamente bien, la pierna izquierda estaba bastante hinchada y roja.
Raquel no le había dicho nada a Camila.
Capitulo 289
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Alberto no entendía por qué la relación entre Camila y Raquel era tan cercana. Incluso había intentado que Camila y Ana se llevaran mejor. Ahora comprendía.
