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La Dignidad una Heredera 1

La Dignidad una Heredera 1

Capítulo

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La puerta metálica y fría de la prisión en San José del Mar se abrió lentamente

La luz del sol brilló sobre el rostro marchito y amarillento de Selena Romero

La ropa que llevaba al entrar, ahora colgaba flojamente de su cuerpo

Pasó cinco años en la oscuridad total, y hoy, finalmente, fue liberada tras cumplir su condena

Selena arrastró las piernas, cojeando mientras salía lentamente de la prisión

Caminaba despacio, no porque no quisiera ir rápido, sino porque no podía

Un Bentley negro estaba estacionado al borde del camino, y la ventanilla se bajó, revelando el rostro oscuro y severo de un hombre

La mirada del hombre recorrió su pierna y soltó un frío bufido, sin ocultar el desprecio en sus ojos

-Pasaste cinco años en prisión y sigues fingiendo

El corazón de Selena se contrajo inesperadamente, y sintió un inexplicable ardor en los ojos

Gabriel Romero

Su hermano mayor. 

Desde que fue llevada del orfanato a la familia Romero a los quince años, se esforzó al máximo para agradarle

Pero él, por proteger a su hermana adoptiva sin relación de sangre, testificó falsamente en su contra, asegurando su culpabilidad por intento de asesinato

Cinco años después, él seguía siendo igual de mordaz y seguía odiándola

Selena reprimió su amargura, fingiendo no ver a Gabriel, y continuó cojeando hacia adelante

El rostro de Gabriel se tensó

Había sido ignorado

En su memoria, Selena siempre se acercaba a él, tratando de agradarlo

Cuando él llegaba a casa, ella le ofrecía las pantuflas

Cuando él estaba cansado, ella le masajeaba los hombros

Cuando sufría de insomnio, ella le preparaba todas las noches relajante

Cuando estaba demasiado ocupado para volver a casa a cenar, ella lo esperaba con un termo de comida afuera de su oficina, sin importar el clima

Durante los tres años que estuvo en casa, su gastritis mejoró; pero desde que ella fue encarcelada, a menudo se despertaba en medio de la noche con dolor de estómago

Hoy, al enterarse de su liberación, en realidad sintió algo de alegría, incluso pospuso una reunión internacional para recogerla de la prisión

Pensó que ella estaría encantada de verlo, y se preparó para escuchar sus quejas sobre las injusticias sufridas

Nunca imaginó que enfrentaría su indiferencia y frialdad

La admiración en sus ojos había desaparecido, dejando solo distancia

Ese extraño vacío en su corazón lo enfureció, apretó el volante con fuerza, sus venas sobresaliendo en sus manos

Con un tono involuntariamente áspero, dijo

-Sube al auto

Después de hablar, Gabriel se arrepintió un poco, frunciendo el ceño con irritación, suavizó un poco su tono

-Papá y mamá saben que sales hoy, prepararon una fiesta de bienvenida para ti

¿Papá y mamá

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Qué palabras tan familiares y desconocidas al mismo tiempo

En el orfanato, solía imaginar que si tuviera padres, seria una princesa consentida

Soñó con eso dia y noche, durante quince años

Quince años después, finalmente cumplió ese deseo

Ahora tenia padres y un hermano mayor, quapo y exitoso

Sin embargo, la princesa consentida no era ella, sino Carla Romero, la falsa hija que habían criado desde pequeña

Esos padres no eran suyos

Eran los padres de Gabriel y Carla 

Selena se burló de si misma internamente

Durante sus tres años en esa casa, soportó humillaciones y desprecios. Sabiendo que no la querían, ¿por qué regresar para buscar más rechazo

Aunque caminaba despacio, Selena no se detuvo ni un momento

Su actitud fría y su obstinada espalda le dolieron a Gabriel en los ojos, encendiendo una furia sin nombre en su interior

Abrió la puerta del auto y, con sus largas piernas, alcanzó fácilmente a Selena, agarrando su muñeca con fuerza y tirando de 

ella

-¿Ya terminaste de hacer tu berrinche

Selena, sin equilibrio, cayó pesadamente al suelo, sintiendo un dolor agudo en su pierna fracturada, su rostro pálido perdió 

todo rastro de color

La ira de Gabriel creció

-¿Te has acostumbrado a fingir debilidad, verdad

-No olvides que hace cinco años empujaste a Mar por las escaleras, dejándola en estado vegetativo, e intentaste incriminar a Carla. Después de cinco años en prisión, sigues sin arrepentirte. Parece que tu rehabilitación no fue suficiente. Gabriel terminó de hablar y, sin piedad, levantó a Selena del suelo, diciendo con desdén

-No creas que cumplir cinco años de cárcel redime tu culpa. Mientras Mar no despierte, tu pecado no estará pagado

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La Dignidad una Heredera

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Score 9.9
Status: Ongoing Type: Native Language: Spanish

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