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Capítulo 23-1
Era hora del gran tornes de escondite v podia sentir la emoción en el aire. Hablamos decidido convertirlo en on evento de todo el dis. El dis comenza con is competencia de los cachorros. Cualquiera entre un niño pequeño y los quince años tenis diez minutos para encontrar escondite en el bosque. Habla cinco puntos de partida repartidos por las tierras de in tands. Lox gerreros de la manada hablan sido reclutados como
In
rastreadores. No era una competencia justs, pero el objetivo era prepararse para un futura ataque. En case de un ataque real, no habris piedad. Después del evento de love cachorros, era el turno de cualquiera mayor de quince años que no fuers guerrero. Luego todos se remian para hacer una barbacoa antes del momento culminante del dia. Los guerreros se esconderian y los cines de nosotros en el nivel superior los rastreari amos. Yo estaba en uno de los puntos de partida para los cachorros y observaba como los padres daban
consejos antes de que los cachorros se furran.
-Amie, ¿me vas a rastreat? -pregunto Cadence.
-Sabes que no lo hard le dijo Mari, su hermana mayor.
– Tengo que guardar mis fuerzas para cuando rastree a los guerreros – le dije.
Está bien. Voy a ser muy bueno en esto. Mi papá me ha contado todo sobre cómo encontrar el mejor lugar para esconderse y mi mamá me dijo cómo enmascarar mi olor–dijo Cadence.
-Sé que lo harás genial. Tú también, Mari–les dije y se apresuraron hacia el punto de partida.
-Creo que tiene sus ojos puestos en ti–se rió Finlay mientras se acercaba a mí.
-¿Quién?
–Cadence, ¿quién más? No me digas que ya tienes una horda de hombres cortejándote me molestó.
Vamos, tiene seis años. Y has pasado demasiado tiempo con tu tía. No hay hombres persiguiéndome -dije
mientras ponía los ojos en blanco.
-El pequeño está jugando a largo plazo, ya verás. El día que cumpla dieciocho aparecerá en tu puerta y
proclamará su amor eterno.
-Dame un respiro, es un buen lobito. Esperará a su compañera -dije.
-¿Estás lista para el día? -preguntó Finlay, cambiando de tema.
-Sí. Lo estoy esperando con ansias le dije sinceramente.
-Entonces deberíamos pasar a la parte divertida dijo. ¡Todos, prepárense para comenzar la primera copa de cachorros de escondite! -llamó y también envió el mensaje a través del enlace mental de la manada a los otros sitios. -¿Están todos los cachorros listos para irse? -preguntó y recibió un fuerte ‘si‘ de los cachorros a nuestro alrededor, y la misma respuesta a través del enlace mental. Tendrán una ventaja de diez minutos. ¡Listos! ¡Preparados! ¡Ya! – Los cachorros se volvieron locos y se fueron en todas direcciones. Algunos reían o gritaban de emoción. Algunos de los mayores tenían una determinación firme que me decía que se lo estaban tomando en serio. Todos nos quedamos esperando y escuchando mientras pasaban los diez minutos. -¡Guerreros, prepárense! ¡Vayan! -llamó Finlay y grupos de guerreros se dispersaron por toda la tierra de la manada. No pasó mucho tiempo hasta que escuchamos las primeras risas provenientes del bosque. Un guerrero salía de entre los árboles con un cachorro sobre sus hombros.
Se estaba escondiendo en un montón de hojas. La habría pasado por alto si no fuera por las risitas dijo el guerrero a sus padres mientras venían a recoger a la pequeña que seguía riendo. Nadie pudo evitar sonreír mientras el guerrero se adentraba de nuevo en el bosque y la niña contaba emocionada a sus padres sobre los
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doce minutos que habían estado separados.
-Tan adorable le dije a Finlay.
-Mucho estuvo de acuerdo con una gran sonrisa. Se acercó a la familia, habló un poco con la niña y le dio una palmadita en la cabeza, luego habló con los padres antes de regresar. -Sugerí un poco de entrenamiento
para mantenerse en silencio -dijo.
-No lo hiciste dije, riendo.
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Capítulo 23-2
Tal vez no. Pero no es una mala idea.
-Podrías tener razón. Pero me rompe el corazón explicarle a alguien tan joven por qué necesita quedarse en silencio en un montón de hojas–suspiró Finlay.
-Si. Ojalá pudiéramos dejar que los cachorros fueran cachorros. Es injusto para la manada que tengan que pasar por esto. No somos una manada de bajo rango estuvo de acuerdo.
-Será mejor después de los juegos, solo faltan un poco más de cinco años. Solo necesitamos aguantar ese tiempo y entrenar para no terminar en la misma situación otra vez.
-Cierto. Seguimos observando mientras los guerreros traían de vuelta a los cachorros de todo el bosque. Cadence fue de los últimos en ser traído de vuelta, y me acerqué para felicitarlo. Mari fue la penúltima en ser
encontrada.
-Debe ser cosa de familia. Bien hecho -dije mientras recibía un abrazo de sus padres.
-Gracias. Fue bastante divertido y los consejos de mamá y papá fueron realmente buenos–me dijo.
-Estoy deseando verlos a los dos en el próximo evento -les dije a sus padres. Sandra y Jake tartamudearon que harían lo mejor posible. Tomó media hora reorganizar todo y preparar a los adultos para que se alistaran.
Finlay los envió y esta vez no hubo risitas. Todos estaban concentrados.
–Esto será interesante me dijo Finlay. Asentí en acuerdo mientras observaba a los guerreros prepararse. Cuando Finlay dio la señal para comenzar a rastrear, se adentraron en el bosque en una persecución intensa. Esta vez tomó más tiempo encontrar al primer miembro de la manada. Como todos eran adultos, o al menos adolescentes, regresaban al punto de partida sin necesidad de un guerrero que los escoltara. Esto hizo que los guerreros fueran más efectivos, ya que no necesitaban detenerse. Media hora después, solo un miembro de la manada no había sido encontrado. Era Jake, el papá de Cadence.
-Estoy impresionada –le dije a Finlay mientras el tiempo pasaba sin que lo atraparan.
-Estoy de acuerdo. ¿Quién lo hubiera pensado?
-Trabaja en el departamento de TI, ¿verdad? -pregunté.
-Sí, es uno de nuestros mejores técnicos. No sabía que tenía talentos ocultos.
-Esto podría resultar ser un ejercicio útil de más de una manera.
-Nunca lo dudé -dijo Finlay, e intentó despeinarme. Me agaché rápidamente fuera de su alcance.
-Oye, cuidado, hombre Alfa. Nadie se mete con el cabello -gruñí. Finlay estalló en carcajadas.
-¿Me acabas de gruñir, pelirroja? -preguntó. Sonaba divertido, así que supe que no lo había tomado a mal.
-Puedes apostar que sí. No te metas con el cabello. Ya está desordenado como está. Mi tío siempre lo desordenaba, lo odio le dije. Continuó riéndose, y supe que había encontrado una nueva forma de molestarme. La verdad, no me molestaba tanto como pretendía. Claro, era un fastidio hacer que se viera decente después de que lo desordenaran. Pero me gustaba la broma relajada y amistosa que teníamos los dos. Solo necesitaba encontrar alguna manera de vengarme si lograba desordenar mi cabello, Hice una nota mental para consultar con Martin y Sam. Finalmente, un guerrero envió un enlace mental para decir que habí an encontrado a Jake. Un momento después, los guerreros y Jake regresaron al punto de partida. Su familia rodeó a Jake y él se veía más orgulloso que nunca. Finlay y yo nos acercamos a él.
-Felicidades, eso fue impresionante le dijo Finlay y estrechó la mano de Jake.
-Gracias, Alfa.
-Buen trabajo manteniéndote alejado de los guerreros por tanto tiempo. ¿Te gustaria compartir tu secreto
del éxito? –pregunté.
-No fue nada especial–dijo Jake.
-Se mantuvo moviéndose y es bueno ocultando sus huellas. Eso hizo que fuera un desafio encontrarlo -dijo Roland, el guerrero. Cuando pensábamos que lo hablamos rastreado, él ya se habla movido al siguiente lugar. Astuto. -Jake parecía un poco avergonzado.
-No decía nada en las reglas que debías quedarte en un solo lugar–se defendió.
-No lo decía. Bien visto -dijo Finlay. Parecía casi tan complacido como Jake, Vamos todos de regreso a la fogata. ¡Habrá hotdogs y hamburguesas esperando!-Finlay luego llamó y toda la manada se unió para comer.
El ambiente era animado y Jake recibió mucha atención mientras los miembros de la manada venían a
felicitarlo.
Capítulo 23-3
-Estaba pensando que deberíamos hablar con Jake y ver si está dispuesto a hacer algún entrenamiento de escondite con los cachorros más jóvenes le dije a Finlay y Martin. Ambos levantaron la vista de su comida.
–
-Es una buena idea. Los cachorros podrían usar algo de entrenamiento y Jake podrá hacerlo de la manera correcta para que lo vean como algo divertido estuvo de acuerdo Martin.
-Me gusta. Hablaré con él -dijo Finlay.
-También creo que deberíamos discutir si debería ser considerado para unirse a los -continué.
-Estaba pensando lo mismo–nos dijo Finlay.
gos
-Pensó fuera de la caja. Deberíamos mantener un ojo en él durante los entrenamientos de la manada que tú y Sam están organizando me dijo Martin. Asenti. Después de haber comido, era hora del evento que todos estaban esperando. Era el momento para que los guerreros se escondieran y nosotros los encontráramos. Mientras Finlay, Martin, Sam, Medow y yo nos reuníamos junto a la fogata, los guerreros se preparaban. Esta
vez comenzaríamos en el mismo lugar.
-No sé sobre esto me dijo Medow. Sonaba nerviosa.
–
-Estará bien. Es solo para divertirse un poco le dije.
-No estoy segura de ver la diversión en esto. ¿Y si no puedo encontrar a ninguno?
-Solo quédate conmigo, cariño. Trabajaremos en equipo le dijo Sam.
-¿Qué dices, pelirroja? ¿Quieres hacer equipo? -me preguntó Finlay.
-En tus sueños. Este es uno de mis juegos favoritos. Voy a encontrar más guerreros que todos ustedes -le
dije. Los demás rieron.
-Estás en -dijo Martin.
-Soy el Alfa, sabes que seré el mejor -presumió Finlay. Solo resoplé. Mi loba y yo estábamos de acuerdo, daríamos todo lo que teníamos en esto. Era mi primera vez teniendo una loba durante el escondite y sentí mi emoción reflejada en ella. No había mentido cuando dije que amaba este juego. Había sido un pasatiempo favorito en mi antigua manada. Era buena en eso entonces, a pesar de no tener una loba. Con mi loba ayudá ndome, sabía que sería difícil de vencer. Los guerreros se fueron y pude sentir a mi loba enfocándose en la presa, que rápidamente desaparecía en el bosque. El tiempo se detuvo mientras ambas esperábamos la señal para dar caza. Cuando llegó, no dudamos. Mi loba añadió su propia velocidad a la mía mientras avanzábamos rápidamente. Su enfoque estaba en un olor que ambas conocíamos y dejamos a los demás atrás mientras lo seguíamos. Siempre había sido rápida y buena para escabullirme. Con la ayuda de mi loba, estas habilidades se volvieron aún más pronunciadas. Mi loba era una buena rastreadora. No le tomó mucho tiempo rastrear al primer guerrero. Para mi satisfacción, fui la primera en anunciar en el enlace mental de la manada que había encontrado a un guerrero. Finlay estaba solo un minuto detrás de mí y Medow fue la siguiente. Encontré a mi segundo guerrero antes de que Martin y Sam encontraran al primero. Cuando todos los guerreros fueron encontrados, Finlay y yo habíamos encontrado la misma cantidad. Él encontró al último y estuve de acuerdo en que eso lo hacía el ganador de nuestro pequeño juego.
-Tienes un talento para rastrear. ¿Seguro que no quieres convertirte en guerrera? -preguntó Sam cuando todos estábamos de vuelta en la casa de la manada, cenando.
-Estoy segura. No me iría bien entrenando cinco días a la semana – le dije.
Si se convirtiera en guerrera, ¿quién me ayudaría en la cocina? -dijo Medow a su compañero.
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Está bien. Olvida que lo pregunté dijo él. El dia había sido divertido, y nos había dado la información que necesitábamos para mejorar la protección de la manada.
Capítulo 24-1