Libro 21 La fabulosa vida de Jay Capítulo: 21
Evan
Almorzamos en The Flame Tree BBQ, en Animal Kingdom. La comida estuvo bien, incluso si un pájaro decidió robarse parte de la de Kevin.
Los chicos quisieron subir a una atracción llamada Dinosaur, pero Keira y Jaime decidieron no hacerlo. Mientras hacíamos fila, me di cuenta de que era el momento perfecto para decirle a Adam que tenía razón sobre mí.
-Hey, Adam, ¿recuerdas cuando estuviste en la casa de una fraternidad hace unas semanas?
-pregunté.
-¿Te refieres a lo del hotel? Entonces sí–contestó.
-¿Recuerdas de qué hablamos en privado? -insistí.
Me miró con el ceño fruncido.
-Sí… -respondió con cautela.
Inspiré hondo y miré de reojo a Austin, quien me dedicó una pequeña sonrisa de aliento.
-Bueno… hice una pausa antes de soltarlo-. Tenías razón. Soy gay.
Kevin, que había estado escuchando, abrió los ojos de par en par.
-Espera, ¿eres gay? -exclamó.
Austin le lanzó una mirada inquisitiva.
-¿Tienes un problema con eso, Kev?
-No, para nada, solo estoy sorprendido. Pensé que eras un mujeriego como Austin
respondió con sinceridad.
Solté una risa breve.
-Era una actuación. Me mentí a mí mismo sobre a quién me sentía atraído.
Kevin sonrió y me dio una palmada en el hombro.
–
-Te quiero, Evan, eres como un hermano mayor postizo para mí. Pero, lo siento, me gustan las chicas. Así que nunca podríamos salir.
Me reí con ganas.
1/3
+8 Points
Libro 21 La fabulosa vida de Jay…
-No te preocupes, eres como un hermano pequeño para mí. Además, realmente no eres mi
tipo, Kevin.
Miré a Adam, que aún no había dicho nada.
-¿Estás bien con esto? -le pregunté con cautela.
Adam asintió.
-Sí, te dije ese día que te apoyo. No le has dicho a mamá y papá todavía, ¿verdad?
Negué con la cabeza.
-Mamá ya lo sabe. Pero no, no le he dicho a papá. Será el último en enterarse.
Adam intercambió una mirada con Austin y luego volvió a fijarse en mí.
-Me da miedo cómo tomará la noticia papá -admitió en voz baja.
Suspiré.
-A mí también.
Austin cruzó los brazos y comentó con tono pensativo:
-Papá acepta a Jay. Puede que le tome un tiempo acostumbrarse, pero sigue siendo nuestro
padre y te quiere. ¿Sabes lo que he notado?
-¿Qué cosa? -pregunté.
-Cuanto más me preocupo por algo, mejor resulta. Que estés tan nervioso por su reacción
me hace pensar que, en el fondo, todo saldrá bien.
Dios, ojalá tuviera razón.
Kevin intervino con una sonrisa pícara:
-Entonces, ¿tienes novio?
Negué con la cabeza.
-No, no en este momento, pero… hay alguien que me interesa.
Jay
Parte de mí quería enviarle un mensaje a Evan para ver cómo estaba Disney, pero trataba de
no molestarlo. Sabía que debía calmarme después de todo el asunto del beso, pero si él había de ser mi Waterloo, entonces necesitaba hacer algo.
23
Libro 21 La fabulosa vida de Jay…
+8 Points
-Mándale un mensaje de una vez -suspiró Mitzi.
-¿Cómo supiste que estaba debatiendo eso? -pregunté.
-Chico, llevas como una hora mirando tu maldito teléfono y estás ignorando a Pricilla
respondió, señalando la película que estaba en la televisión.
-¿Qué debería mandarle? -quise saber.
Se giró para mirarme, agarró mi teléfono, escribió en él y me lo devolvió.
-¡Mitzi! ¿Qué le enviaste? -exclamé, mirando la pantalla.
J: ¿Te estás divirtiendo en Disney?
-¿En serio eso es todo lo que le escribiste? -protesté.
–
-¿Qué querías que le escribiera? ¿Te chupaste el p**o de Gastón? Relájate, Jay -se burló.
Vi los tres puntos aparecer en mi teléfono.
-Oh, Dios mío, ¡me está respondiendo! -grité.
-Sí, normalmente eso pasa cuando le escribes a alguien comentó Mitzi, rodando los ojos.
E:| Hasta ahora me estoy divirtiendo, Adam está molesto porque tiene chaperones. Estamos
en Animal Kingdom ahora, luego iremos a Epcot.
Le respondí:
J: ¿Puedes tomar algunas fotos de j***n para mí? He oído que es muy bonito.
E:| Claro.
Este era un buen comienzo. Tal vez Evan me estuviera perdonando. Cuando regresara, le
ayudaría a salir del armario con su familia, decidí. Sabía que lo habían forzado a hacerlo con
Laura, pero estaba seguro de que podía ayudarle a planear una buena manera de hacerlo con
sus hermanos.
Una vez que sintiera que se había quitado ese peso de encima, podríamos conocernos de
verdad y salir en citas reales sin pretender. Evan era mi Waterloo.
