Capítulo 9
La isla era impresionante, rodeada de aguas turquesas y arena blanca y suave. Me sentía como si hubiera entrado en otro mundo, uno que no había sido tocado por el caos que había dejado atrás.
Preston había organizado todo para que la boda fuera rápida, tranquila e intima. La ceremonia tuvo lugar bajo un dosel en la playa, con solo un puñado de testigos: los hombres de Preston, que se mantenían en silencio en el fondo.
Yo llevaba un sencillo vestido blanco que Preston había conseguido de algún modo, y él estaba frente a mí con una camisa blanca impecable y pantalones. Todo el momento me parecía surrealista.
-Si, acepto–dije con voz firme.
Preston sonrió mientras deslizaba el anillo en mi dedo.
Su toque permaneció en mi mano y, por un breve momento, sentí algo que no había sentido en años: calidez.
No fue hasta que caminamos de la mano por la playa después de la ceremonia que me di cuenta de que siempre me había sentido atraída por Preston. Pero nunca antes lo había notado, estaba demasiado cegada por las mentiras y la manipulación de Travis. Pero ahora, de pie a su lado, no podía negar cómo me hacía sentir.
Cenamos en un pequeño restaurante de la isla, rodeados por el sonido de las olas y el ocasional crepitar de los fuegos artificiales que iluminaban el cielo
nocturno.
Cuando llegó el postre, me quedé congelada, mirando fijamente el helado de yogur que tenía delante de mí.
“¿Cómo supiste?“, pregunté, realmente sorprendida.
Preston se reclinó en su silla, con una sonrisa satisfecha en su rostro. “Solia verte comerlo todo el tiempo en la universidad. Siempre llevabas esa pequeña taza contigo después de clase“.
Mis labios se entreabrieron ligeramente mientras los recuerdos volvían a mi mente. ¿Él me había notado entonces?
-Ni siquiera Travis prestó atención a eso -murmuré en voz baja, pero Preston me escuchó
“Travis nunca prestó atención a nada que importase“, dijo simplemente.
19:09 Sat 15 Mar —
Su mirada era firme, intensa pero suave, de una manera que hacia que mi corazón se acelerara.
Ninguno de los dos habló.
Los fuegos artificiales iluminaron el cielo de nuevo, proyectando colores. parpadeantes sobre su rostro y, sin pensar, me acerqué un poco más.
Nuestros labios se encontraron, lentos e inseguros al principio, luego más profundos a medida que el mundo a nuestro alrededor desaparecía.
Éramos solo nosotros, los fuegos artificiales y las olas rompiendo.
A la mañana siguiente, me desperté con la luz del sol filtrándose por la ventana y el peso reconfortante del brazo de Preston sobre mí.
Giré la cabeza, encontrándolo todavia dormido, con rasgos relajados y en paz.
Pensé en la noche anterior, en el beso, en la forma en que nos habíamos caído en los brazos del otro. No esperaba que sucediera, pero mientras yacía allí, me di cuenta de que no me arrepentía.
Preston se movió, sus ojos parpadeando al abrirse. Cuando me vio que lo estaba mirando, sonrió.
-Buenos días–dijo con la voz profunda y áspera por el sueño.
-Buenos días–respondi suavemente.
Se inclinó y me besó la frente. “Voy a preparar el desayuno“, dijo. “Luego podemos pasar el día explorando la isla“.
Asentí y observé mientras él se levantaba y salía de la habitación.
Tan pronto como se fue, tomé mi teléfono.
La primera notificación era una alerta de noticias sobre Travis.
Había sido liberado de la custodia. Los documentos eran condenatorios, pero no suficientes para retenerlo. Ahora, las autoridades estaban tratando de localizar a los médicos que habían realizado la cirugía a mi madre.
El informe también mencionaba que mi funeral estaba programado para
mañana.
Una idea comenzó a formarse en mi mente, nítida y clara.
Cuando Preston regresó con el desayuno, le conté todo.
Al día siguiente, mientras comenzaba el servicio fúnebre de Zoe Hart, otra historia estaba rompiendo en los medios..
“Última hora: el multimillonario Preston Urie se casa con una misteriosa mujer
