Capítulo 56
Keira
Se sintió bien estar junto a Adam viendo las películas. Cuanto más tiempo pasaba con él, más cómoda me sentía. Era una sensación extraña estar así con Adam.
Cuando los créditos comenzaron a rodar en la película de Marvel, empecé a moverme para levantarme y Adam rodeó sus brazos alrededor de mi cintura.
-No, cariño, tienes que ver los créditos, ponen escenas ocultas en ellos como pistas sobre
las próximas películas ―me dijo.
-No sabía eso. -Me acomodé nuevamente contra él. Pude sentir cómo me besaba en la
parte superior de la frente. Su mano acariciaba suavemente mi costado. No pude evitarlo y
solté una pequeña risa-. Perdón, me hace cosquillas -le dije.
-No sabía que eras cosquillosa -dijo Adam.
-Solo un poco le dije.
Así que Adam comenzó a hacerme cosquillas en el costado y me hizo reír aún más.
-Adam, para reí en voz alta.
Él se detuvo y acercó sus labios a los míos. Sus labios succionaban suavemente los míos.
Levanté las manos, como si fuera por instinto, hasta la parte posterior de su cabeza, mis
dedos deslizándose entre su cabello.
Su lengua exigía entrada a mi boca para jugar con la mía. La boca de Adam simplemente
hacía algo en mí.
No pude evitar el pequeño gemido que se escapó de mí. Adam se apartó de mí y puso una
mano en un lado de mi rostro.
-Tenemos que ir más despacio, no estás lista para que vayamos más allá -me dijo.
Tragué saliva con dificultad, afirmé con decepción en mi voz y me alejé de él.
Adam agarró mi mano.
-Oye, no es que no quiera, lo hago, pero también sé que esto es muy nuevo para ti. No quiero
que te sientas presionada o lastimada por mi culpa porque no estás lista.
Miré hacia abajo y fruncí los labios, pensando en lo que dijo. Una parte de mí se desmayaba por dentro
porque él se preocupaba por mí y otra parte sentía que simplemente me estaba
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Capítulo 56
preparando para una broma.
-Adam, tengo miedo. Tengo miedo de que cuando me vaya de aquí, todo esto termine siendo algún tipo de broma -le dije.
-Keira, te juro que esto no es una broma. Entiendo por qué piensas eso. Hace dos semanas me estaba burlando de ti. De repente, te estoy besando y deseándote. Admito que lo que siento por ti es confuso, eres la hermana de mi mejor amigo, la niñita que me molestaba con su lloriqueo y quería estar cerca de nosotros -dijo, y luego agarró mi otra mano para tenerlas a las dos en las suyas-. Hace dos semanas, entré accidentalmente a un baño y, dentro de él,
vi el hermoso cuerpo de una chica en sujetador.
-Adam, por favor, eso fue embarazoso -jadeé.
-Lo sé, pero déjame terminar, no esperaba encontrarte en el baño y no fue el mejor momento,
pero en realidad lo fue. Verás, pude verte realmente. No había nada, aparte de tu sujetador,
que me permitiera ver una parte de ti que ocultabas. Lo que ocultabas era este cuerpo
hermoso y sexy -expresó.
-Adam, no soy sexy y hermosa. Sé honesta, soy una chica gorda con senos grandes -le dije.
-Oh, Keira, no lo eres. Esto… -pasó su mano por mi brazo no es gordo. ¿Quieres saber
algo? Después de verte en sujetador, no pude dejar de pensar en tu cuerpo. Empezó a formar
parte de mis fantasías —dijo.
-No estoy segura de que deba escuchar esto le dije.
-No, creo que necesitas escucharlo. Eres la única persona en esta habitación en este
momento que no se da cuenta de lo hermosa que es. ¿Sabes qué fue lo que realmente me
dejó claro que eres una chica de fantasía? -me preguntó.
-No, ¿qué? -le pregunté.
-Cuando llegué a casa ese viernes y te vi en ese traje de baño con tu nuevo cabello. Te miré realmente de cerca, no unos segundos como en el baño. Literalmente me dejaste sin aliento. Ahí es cuando empecé a darme cuenta de que no eras esa hermanita quejumbrosa del mejor
amigo. Me di cuenta de que te habías convertido en esta mujer hermosa y sexy —dijo.
-¿De verdad? -le pregunté.
-De verdad. Luego, al día siguiente, te lastimaste cuando te acusamos de cambiar el alcohol.
Escuché el dolor en tu voz y eso hizo algo en mí. Odié haber herido a esta mujer hermosa, a
esta mujer que quería conocer y con la que fantaseaba –dijo.
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Capítulo 56
-¿Realmente fantaseabas conmigo? -le inquirí.
Suspiró.
-Sí, lo hago. Esta noche, cuando volvamos a nuestras habitaciones, me iré a la cama y tú
invadirás mis sueños. Voy a recordar besando estos labios. Voy a desear estar junto a ti en la
cama besándolos de nuevo -me dijo.
Suspiré, creo que mi corazón se debilitó por las palabras que me estaba diciendo. Adam Case, ¿qué me estás haciendo?
Adam
Miraba a Keira y le hablaba con honestidad. Sabía que necesitaba que se diera cuenta de lo especial que realmente era y que no estaba jugando una broma con ella. Tal vez le conté demasiado, pero quería que se diera cuenta de que es hermosa. Soy la razón por la que ella
no lo cree.
Ella no levantó la vista hacia mí, sabía que probablemente estaba procesando todo lo que le
dije. Suspiré.
-Voy a odiar mañana -expresé.
Finalmente, ella levantó la vista hacia mí y preguntó:
-¿Por qué?
-Te vas a ir a casa. Voy a extrañarte viviendo aquí y compartiendo el baño contigo -le dije.
-Probablemente extrañas más a Kevin, ustedes prácticamente son hermanos -dijo Keira.
Negué con la cabeza y dije:
-Kevin está aquí todo el tiempo, tú no lo estás. Además, me gusta ver tu cara somnolienta en la mesa del desayuno, no la de él. Después de mañana, no podré ver eso y no podré ver tu rostro en la escuela durante cuatro días le dije.
-¿De verdad te gusto? -me preguntó Keira.
–
-Realmente, Keira, lo haces, realmente le dije.
