Capítulo 11
Keira
Después de que Jaime se fue a su casa, subí a la habitación en la que estaba para comenzar
mis tareas.
¡Bang!
¿Qué fue eso? Pensé, de repente mi puerta se abrió de golpe.
-Oye, mocosa, aquí está tu cosa -dijo Kevin mientras arrastraba mi maleta.
-¡Kevin! ¿No tocas la puerta? ¿Qué pasa si estuviera indecente? -me quejé.
-Hey, sé que no estás indecente. Uno, tengo todas tus ropas aquí en esta maleta, y dos, te
conozco, nunca caminas indecentemente. Tienes demasiado miedo de mostrar piel -afirmó
Kevin.
-Lo que sea, Kevin, solo toca la puerta, por favor. Gracias por subir mis cosas -le dije.
-Kev, la cena estará lista en una hora. Oh, hola, sin hogar -dijo Adam apareciendo en mi
puerta.
-Sí, solo traje sus cosas -dijo Kevin mientras salía de la habitación con Adam.
-Ugh, ni siquiera pueden cerrar una puerta -dije en voz alta y me levanté para cerrar mi
puerta. Abrí la maleta y guardé todo antes de la cena.
Adam
Estaba conduciendo a casa desde el entrenamiento de fútbol cuando mi teléfono sonó. Vi que
era mi madre, así que sabía que era mejor contestar.
-Hola, cariño, ¿estás de camino a casa? -dijo ella.
-Sí, Kevin me sigue en su coche. Estaremos allí pronto. ¿Algo mal? -pregunté.
-No, Keira ya está aquí y en su habitación. Adam, hazme un favor y déjala en paz cuando llegues -dijo mi madre.
-Mamá, no tengo planes de molestar a Keira, relájate le dije. ¿Por qué mi madre estaba tan
preocupada por Keira?
-Cariño, puedes sentir que Keira es una chica sensible. Puedo sentir lo nerviosa que está. Así
que, por favor, déjala en paz–me dijo mi madre.
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Capítulo 11
-Bien, te veré dentro de un rato, ¿vale, mamá? -le dije.
-Está bien, cariño, te veo pronto expresó mi madre, colgando la llamada.
Entré en nuestro garaje y esperé a que Kevin llegara. Él llegó y bajó para ir a su maletero a sacar las maletas.
-Esa es la maleta de Keira–indicó Kevin señalando un gran estuche de lunares. ¿Minnie
Mouse? Nunca pensé que Keira fuera fan de Disney.
-Bueno, yo nunca hubiera pensado que el rojo con lunares blancos sería tuyo me reí de él.
-Oh sí, combina muy bien con el bolso de lavanda que llevo -dijo Kevin mientras sacaba una
gran maleta negra.
-En ese caso, ¿por qué no te quedas con tus lunares y yo subo esta negra a la habitación de
invitados? -le dije.
Entramos a la casa y mi madre estaba allí para recibirnos.
-¡Hola, mis hijos! -dijo mi madre. Siempre llamaba a Kevin su cuarto hijo porque siempre estaba aquí.
-Hola, segunda mamá -bromeó Kevin con ella-. ¿En qué habitación pusiste a Keira? Esta es la suya -preguntó.
-La habitación al otro lado de la de Adam. Pensé que era la más cercana al baño y mejor para que una chica duerma -dijo mi madre. Kevin asintió y subió las escaleras con la maleta
de Keira.
-No olvides que compartirás tu baño con ellos me dijo mi madre después de que Kevin
subiera las escaleras.
-Mamá, ya he compartido un baño antes–le dije, rodando los ojos.
-Sí, pero eso fue con tus hermanos. Ahora compartes con una chica. Es diferente -señaló mi
madre.
-¿Qué tan diferente puede ser? Espera tu turno, no es gran cosa le dije.
-Podrías ver cosas en el baño a las que no estás acostumbrado, como maquillaje, secadores de pelo, ya sabes –dijo mamá.
–
-Mamá, esta es Keira, ella nunca usa maquillaje y ni siquiera creo que se peine le dije.
-Oh, hmm. De acuerdo, solo recuerda que compartes un baño. La cena será en una hora – dijo mamá antes de desaparecer en la cocina.
+8 Punt
Capítulo 11
Subí las escaleras y escuché a Keira ya gritándole a Kevin. Solo revolví los ojos, Keira era
soñadora a veces.
-Lo que sea, Kevin, solo toca la puerta, por favor. Gracias por subir mis cosas -dijo Keira.
Mejor rescato a Kevin y saludo a Keira. Así que entré en la habitación.
-Kev, la cena estará lista en una hora. Oh, hola, sin hogar.
-Sí, solo traje sus cosas -dijo Kevin mientras salíamos de su habitación.
-¿Va a ser dramática todo el tiempo que esté aquí? -le pregunté a Kevin una vez que
estábamos en el pasillo.
-Aprenderás a ignorarlo como yo, pero sí -contestó él.
-Mi mamá dice que puedes elegir si quieres la habitación de Austin o la de Evan -le dije a
Kevin.
-Tomaré la de Austin. Si aparece, no se pondrá tan molesto como Evan -dijo Kevin.
-De acuerdo, buena elección. Austin casi nunca se queda en esa habitación; prefiere la casa
de la piscina. Es su guarida de soltero, nos dice -le dije a Kevin.
-Voy a instalarme antes de la cena -dijo Kevin.
-De acuerdo, sí, nos vemos en la mesa de la cena, hermano -me reí de él.
