Capítulo 27 

Aunque Daniel parecía indiferente ante todo, en el trabajo era un viejo zorro meticuloso, por lo que Alfredo confiaba en su juicio. 

Después de meditar un momento, Daniel levantó la cabeza de nuevo. 

-Aún no podemos estar seguros de si ella es realmente Fate o no, así que no te emociones demasiado pronto, pero tienes razón, hay que encontrar un momento para hablar con ella.. 

Justo en ese instante, su teléfono sonó. Al ver que era su abuelo, Leonardo Zelaya, respiró hondo y contestó con impaciencia. 

-Hace mucho que Carlota y tú no vienen a casa. ¿Cuándo piensan visitarme? 

Lo primero que dijo el anciano fue sobre Carlota. 

-Estoy ocupado. 

-¿Ocupado? ¿Acaso quieres que vaya a buscarte a tu oficina personalmente? 

La voz de Leonardo se torno fría. 

Daniel no tuvo más opción que ceder: 

-Iré esta noche. 

Mientras tanto, Carlota había adquirido la medicina que necesitaba para cuidar de su embarazo. Aun después de perder tanta sangre, el bebé seguía ahí, aferrándose a la vida. Se llevó una mano al vientre. Si él era tan fuerte, ¿cómo podría tener el corazón para deshacerse de él? Tal vez era su destino nacer. Pero no debía permitir que Daniel descubriera ese bebé o, quién sabe qué haría si se enterara, ahora que estaba con Viviana. 

En ese momento, vio que Daniel la estaba llamando, su corazón dio un vuelco, pero se obligó a calmarse antes de contestar. 

-El abuelo quiere que vayamos esta noche. 

-¿Qué? 

Carlota se sorprendió un poco, pero rápidamente aceptó. 

El señor Leonardo era quizá la única persona de la familia Zelaya que la trataba con un cariño sincero. Todos los demás la despreciaban, convencidos de que no era digna de Daniel, solo el anciano la apreciaba de verdad. De hecho, siempre había sentido que le fallaba al señor Leonardo, ya que él deseaba un bisnieto, pero ella no había podido cumplir su deseo. 

Ahora llevaba en su vientre al bisnieto que él tanto quería, pero no podía decirselo. 

Cuando Daniel estaba a punto de salir, vio que Viviana se le acercaba. 

-Daniel, ¿tienes algún compromiso esta noche? 

C 

-No es eso… -Daniel titubeó. Sabía que a Leonardo nunca le había agradado Viviana, y ese eral un tema que a ella le importaba mucho-. El abuelo me pidió que fuera a su casa. 

Viviana se quedó en silencio por un momento. 

-¿Quiere convencerte de que no te divorcies? 

-Viviana… Al ver la tristeza en su rostro, Daniel suavizó la voz-. El abuelo no podrá hacerme cambiar de opinión. Voy porque quiero hablar con él y explicarle bien las cosas. 

Ella levantó la mirada con esperanza. 

-¿Puedo ir contigo? 

Al notar la vacilación en los ojos de Daniel, su expresión cambió de inmediato, como si estuviera a punto de llorar. 

puedo? No es por otra razón más que evitar que enfrentes esto solo. Al final, es un asunto de los dos. Tarde o temprano tendré que enfrentarme al abuelo, y ahora soy mucho más madura que hace tres años. Estoy segura de que esta vez podré hacer que cambie de opinión. Además, si le muestro que llevo a su bisnieto en mi vientre, quizá se ablande. 

Daniel miró su vientre abultado y dudó, pero después de un largo silencio, finalmente asintió. 

-Está bien. 

El rostro de Viviana se iluminó con alegría. Se sentía segura de sí misma, ya no era la chical ingenua de hace tres años. 

Había escuchado que Leonardo tenía cierto aprecio por Carlota, pero ella era mucho mejor que esa mujer y cuando él la viera ahora, sin duda terminaría aceptándola. 

Capitulo 20