Capítulo 22
Belén asintió mecánicamente.
Sólo entonces, Catalina se dio por satisfecha y se marchó.
En cuanto la puerta se cerró, Belén se dejó caer boca arriba en la cama.
Las lágrimas surgieron sin aviso, intentó secárselas con la mano, pero sólo lograba que brotaran más.
Finalmente, dejó de intentarlo, cerró los ojos y se recordó a sí misma que eso era lo que debía hacer.
La familia Gallardo le había dado una vida perfecta, y ella debía retribuirles.
Tras respirar profundamente, Belén se sentó en la cama, ya sin rastro de conflicto o malestar en su rostro, sino con una expresión serena y apacible.
A las dos de la madrugada.
Adán salió del juego y abrió el chat grupal.
Notó que sus amigos lo estaban mencionando frenéticamente.
Con un clic de impaciencia, entró y presionó el botón de hablar: “¿Acaso no tienen nada mejor que hacer?“.
La llegada de Adán avivó aún más el grupo.
“Adán, estábamos apostando, ¿quieres unirte? La apuesta por tu victoria es de 600 a 1“.
Adán abrió los ojos de par en par y tecleó rápidamente: “¿Están locos? ¿Cómo pueden apostar con esas cuotas? Espera, ¿a qué están apostando?“.
El grupo comenzó a relatar la conversación anterior.
Resultaba que al día siguiente comenzaría las clases y siempre había sido Adán quien iba a buscar a Belén para ir juntos, lo que los hacía ser conocidos en la escuela como “la pareja perfecta“. Pero esta vez, desde el incidente en que Adán rechazó la propuesta de matrimonio, Adán y Belén habían estado sin contacto durante casi medio mes. Así que, en el grupo estaban apostando si mañana Belén se subiría al auto de Adán o no.
Adán se mostró visiblemente molesto.
Después de despertar de la borrachera aquel día, vio que Belén le había hecho una llamada.
Pensó que Belén finalmente se había dado cuenta de su error y quería disculparse, pero justo cuando iba a contestar, la llamada se cortó.
Eso realmente enfureció a Adán.
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Capitulo 22
Siempre había sido él quien colgaba a Belén, jahora ella realmente se estaba pasando de la raya!
Adán, en un arranque de ira, bloqueó a Belén y luego salió de fiesta con sus amigos, esperando todo el tiempo una disculpa de Belén que nunca llegó. Incluso se quedaba esperando en la puerta de casa a propósito, pero nunca la vio, lo que lo enfureció aún más. ¿Pensaba ella que él no podía vivir sin ella?
Los recuerdos de su enfado emergieron, y Adán, molesto, mandó a callar a todos en el grupo. Ya había dicho que no se casaría con Belén, y aun así la gente seguía bromeando sobre ellos.
“Adán, ¿estás enojado porque te sientes triste? Debe ser duro para ti que Belén no te haya contactado estos días“.
Adán: “¿Triste? ¡Por favor! Prefiero que nadie me moleste. ¿Acaso no conocen el carácter de Belén? Es demasiado rígida. Su ausencia me da libertad para divertirme, ¡¿cómo podría estar triste?!“.
La gente comenzó a enviar un meme popular: “¡No te creo!“.
Adán estaba a punto de salirse del grupo, pero las palabras de sus amigos capturaron su
atención.
“Adán, si dices que no estás triste, demuéstranoslo“.
Adán levantó una ceja: “¿Y cómo se supone que lo demuestre?“.
“Mañana ve a buscar a Belén y luego échala del auto. Quiero ver si después de eso Belén aún te seguirá buscando“.
Adán frunció el ceño, pero luego sonrió con suficiencia.
¿Eso iba a hacer que Belén se enojara?
“¡Mañana lo verán!“.