Capítulo 8
Los Herederos Multimillonarios 1
Ashley…
Por fin terminé. La tarta está lista para la fiesta de cumpleaños. Estoy contenta con mi pequeña cafetería. No solo hago tartas y pasteles para la tienda, si no también hago comidas para fiestas. Aunque empecé hace solo tres años, debo decir que el negocio va bien.
Tuve mi primer gran evento cuando tenía unos tres meses y una chica entró y me preguntó si podía encargarme de la comida para el cumpleaños número dieciséis de su hijo. Después de esa fiesta, la mujer quedó impresionada y les habló a sus amigos de mí y rápidamente tuve eventos una o, a veces, cuatro veces por semana. Mis empleados me apoyan y no se quejan cuando tenemos mucho trabajo. A pesar de todo, estoy contenta con mi vida ahora.
Miré la hora y vi que eran casi las cinco y esta noche no tengo ningún evento, lo que quiere decir que puedo llevar a los gemelos a la guardería. Decidí caminar, ya que la guardería no está tan lejos de mi tienda.
Cuando llegué a la escuela, ya me estaban esperando.
“Hola, bebés“, les dije, arrodillándome y abriendo mis brazos para abrazarlos, y ellos vinieron corriendo y saltaron a mis brazos. 1
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“Te extrañé, mami“, Ashton dijo, besando mis mejillas, seguido de Isabella.
“Yo también los extrañé a ustedes dos“. Los besé, abrazándolos cerca de mí.
Me levanté y miré a Riana. “Díganle adiós a Riana“, les dije.
“Adiós, Riana“, dijeron juntos y se despidieron con la mano. 2
“Adiós Ashton, Isabella, nos vemos el lunes“. (1
“Adiós, Riana, disfruta tu fin de semana“, dije, tomando la mano de los gemelos. 1
“Gracias, Ashley, tú también“.
“¿Vamos a casa de la abuela?“, Isabella preguntó mientras caminábamos.
Se ha convertido en un hábito comer fuera los viernes por la noche cuando mis papás nos llevan a su lugar favorito.
“Sí, cariño, pero primero tenemos que bañarnos antes que vengan a recogernos“.
Mis padres y Domenic llegan pronto y todos vamos camino a Árbol de Limón. Los demás nos están esperando. No puedo evitar sonreír al pensar que no estoy sola.
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Estábamos hablando y riéndonos cuando Sandra miró a alguien de pie en nuestra mesa. Todos levantamos la vista y mi sonrisa se desvaneció al instante. La persona que pasé cinco años olvidando estaba aquí, pero no sola.
Me siento aquí y, sin darme cuenta, mis ojos se movían de sus rostros a sus manos entrelazadas. Quedé completamente en shock por unos segundos y no podía moverme.
Puedo ver que Adrian también estaba sorprendido, pero lo ocultó muy rápido. Sabía que estaban comprometidos, lo supe a través de los tabloides, pero verlos juntos era diferente. Es como si mi corazón se hubiera roto en un millón de pedazos otra vez.
Tragué saliva con fuerza y miré a Jason, que estaba esperando mi reacción. Le supliqué con la mirada que se llevara a los niños y se fuera. No quería que vieran a Adrian porque notarían las similitudes que tienen con él. Por suerte, los niños estaban jugando y parece que Jason respondió bruscamente lo que yo intentaba decir: “Si nos disculpan, tenemos que irnos“, Jason dice, dándole un golpecito a Freddie, que estaba confundido, pero en cuanto me miró, entendió. 2
“Eh, sí, mañana tenemos un largo día. Gracias por la encantadora cena“.
Los dos caminan hacia el parque y cuando levanto la vista, veo a Adrian mirándome con el ceño fruncido, pero rápidamente quita la mirada.
“Ashley, ¿qué haces aquí?“, escucho que Tonya pregunta y cuando la miro, tiene las manos en el pecho de Adrian y me sonríe con sorna.
“Oh, sí, Señor Black, aún no se ha enterado“, mi papá comienza, y yo sabía que estaba tratando de ocultar su enojo.
Adrian mira a mi papá y sacude la cabeza.
“Hace tres años, encontramos a nuestra hija que llevaba mucho tiempo perdida. Me gustaría presentarles a Ashley o, mejor dicho, a Ginevra Lia Marino“, mi papá dice, tomándolos a ambos por sorpresa. Esa oración pareció borrar esa sonrisa de su rostro. 2
Miré hacia el parque y vi a Jason y Freddie ya caminando hacia la puerta con los gemelos y me sentí aliviada.
“¿Su hija? Eso no puede ser cierto, Señor Marino“, Tonya dice con los ojos muy abiertos. 1
“Es cierto. Le hemos hecho una prueba de ADN para confirmarlo“, mi mamá sonrió.
Adrian se quedó ahí, aún sorprendido por la noticia, pero rápidamente volvió a disimular: “Me alegro que la haya encontrado. Si nos disculpan, estamos esperando a que mi hermana y su esposo lleguen“, Adrian dice, tomando la mano de Tonya.
Se van de nuestra mesa y puedo sentirla fulminándome con la mirada.
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“¿Estás bien?“, Sandra preguntó apenas se fueron.
“Sí, fue una sorpresa verlos aquí“, le dije, dándole una sonrisa falsa.
“Lo siento, cariño. Si hubiera sabido que iban a estar aquí, nunca habría venido“, mi papá dijo, tomando mi mano.
“Está bien. Además, ¿cómo ibas a saber que estaba aquí en Los Ángeles? Solo me alegro que Jason y Freddie se hayan llevado a los gemelos“.
Todos me miran como si estuvieran esperando a que rompa a llorar.
“Estoy bien, chicos. Dejen de mirarme así“, les dije, dándoles la mejor sonrisa que pude.
Vi a Tonya mirándome, pero decidí ignorarla y, por suerte, mi papá pidió la cuenta.
Sandra se ofreció a llevarme a casa, pero me negué, diciéndole que Dominic me llevaría, lo cual era cierto.
“¿Estás segura que estás bien?“, Dominic preguntó apenas estuvimos en el coche.
“¿Por qué todavía te duele verlo, Dom? ¿Incluso después de todos estos años?“, grité.
Dominic se detuvo y tomó mi rostro entre sus manos.
“Él pudo seguir adelante y yo… estoy aquí, sin poder volver a amar a otro hombre“.
“Lo sé, Ash; todos estamos orgullosos de ti. La forma en que manejaste el ser mamá soltera con dos hermosos ángeles sin que nadie te ayudara económicamente. Eres una mujer increíble y fuerte. Mira lo lejos que has llegado sin él en tu vida. Sé que duele verlo de nuevo, pero también sé que eres lo suficientemente fuerte para enfrentar lo que sea que suceda“. Estaba hecha un mar de lágrimas cuando terminó de hablar.
“Está bien dejarlo salir todo, no puedes ser fuerte todo el tiempo“, dice, abrazándome.
No sé cuánto tiempo hemos estado sentados así, pero después de sentirme mejor, me aparté y me sequé las lágrimas.
“Gracias, Dom“, dije.
“Lo siento, arruiné tu camisa con mis lágrimas“, añadí, señalando su camisa.
“No es nada, princesa, siempre y cuando te sientas mejor“.
Le sonreí, tengo suerte de tener un hermano como él. 1
“Vamos a llevarte a casa antes que esos dos ángeles se conviertan en demonios“, Dominic dice, riendo. 1
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Seguiré adelante y me olvidaré de él, me prometo a mí misma mientras conducimos a casa.
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