Capítulo 100 Ivana escoltada a la salida
Cuando el personal de la tienda tomó la tarjeta y la examinó, se comunicó de inmediato con seguridad, quienes escoltaron a Ivana fuera del local por la fuerza. Posteriormente, el gerente de la tienda atendió personalmente a Viviana.
Al salir de la tienda con la ropa que habia elegido, Viviana aún mostraba una expresión de desconcierto:
-¿Acaso la tienda La Idea Marfil no tiene ningún cliente VIP?
Cecilia respondió con calma:
-Cuando estuve en Eldoria, conocí a un diseñador de la tienda al que le gustaba mi música y me obsequió una tarjeta. Mencionó que poseer esta tarjeta era como ser gerente de su tienda, aunque nunca lo había comprobado hasta ahora.
Viviana se aferró al brazo de Cecilia, con admiración en su rostro:
-Vaya, es usted increíble, señorita Cecilia. A partir de ahora, me quedo con usted.
Cecilia rio, dándole una palmadita en la cabeza:
-Niña tonta.
-Sí, quiero ser su niña tonta, señorita Cecilia -respondió Viviana.
Las dos charlaron y rieron durante todo el trayecto. De regreso, Cecilia incluso se esmeró en comprar ropa para Jonás y Elías. Viviana le entregaría la ropa a Jonás, mientras que a Elías se la enviaría por correo urgente internacional.
-He visto tantos vestidos preciosos. ¿No sería maravilloso que Jonás fuera una niña? suspiró Viviana. Si uno de los niños fuera niña, sin duda sería preciosa.
Cecilia también anhelaba tener una hija.
Aquella tarde, al volver a casa, llamó por videollamada a Elías para mostrarle la ropita que le había comprado. Elías, especialmente pálido, yacía en la cama del hospital, sonriendo:
-Mami, eres la mejor. Te mando un beso.
-Yo te lo devuelvo -respondió Cecilia, con una mirada tierna en sus ojos.
Aunque cansado, Elías quiso charlar un rato más:
Mami, ime quieres?
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Capitulo 100 Ivane escoltada a la salida
-Por supuesto.
Lectura terminada
A diferencia de su hermano mayor, más serio, a Elias le encantaba ser cariñoso y jugueton:
-Cuando vuelvas, quiero un beso de verdad. También me pondré la ropa nueva para que la veas. Incluso dejaré que me tomes una foto, aunque sea de mala gana.
-De acuerdo. Volveré lo antes posible -prometió Cecilia.
Al notar que Elias no se encontraba en buena forma, Cecilia habló brevemente con Marta antes de finalizar la llamada.
Más tarde, accedió al álbum oculto en su teléfono, repasando fotos de Jonás y Elías mientras la invadia una ola de melancolía. A quien más disculpas debía era a Elías porque, de no haber sido por su enfermedad pasada y la cantidad de medicamentos que tuvo que tomar. Elías no habría tenido que permanecer en una incubadora nada más nacer.
Con el tiempo, los días que pasó en el hospital superaron a los que pasó en casa. Sin embargo, era excepcionalmente optimista. Tanto si estaba en tratamiento como si tomaba medicamentos e inyecciones, nunca derramaba una lágrima. Cada vez que ella le besaba tiernamente la frente, él se ponía increíblemente contento. Incluso la consolaba diciéndole:
-Mientras tenga tus besos, no le temo a nada.
Cecilia miraba repetidamente las fotos de sus dos hijos, agradecida de que el destino hubiera traído a su vida a aquellos dos ángeles.
Lo que ella desconocía era que Natanael ya había hecho planes para viajar al extranjero y traer a Elías de vuelta a casa.
Mientras tanto, en el condominio Polaris, donde residía Estela, Ivana relató todo lo ocurrido
anteriormente.
-He oído que la afiliación a La Idea Marfil es solo para los altos cargos. ¿Cómo pudo Cecilia tener una? -se preguntó Estela.
Ivana se mofó:
-Quizá se acostó con un ejecutivo del local.
Tras oír eso, Estela bebió un sorbo de agua y dijo suavemente:
-Ivana, no te enfades. No es para tanto; solo es una prenda de vestir. Sea cual sea el estilo que te guste, haré que mi diseñador personal te lo haga a medida.
-Estela, eres muy amable. Pero no se trata de la ropa -respondió-. Es que hay algo que no entiendo. ¿Qué derecho tiene Cecilia, una mujer sorda, a tener todo tipo de ventajas? ¡Solo
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Capitulo 100 Ivana escollada a la saline
Pa terminada
porque hayas aceptado la ayuda de su familia no significa que ella pueda pedirte cualquier cosa sin límites! Hice lo que hice antes porque no podia soportarlo más.
Desde la perspectiva que Estela había inculcado a Ivana. Cecilia era una mujer que no se detendría ante nada para obtener lo que queria
-Siento que hayas tenido que tratar con ella. Así es ella. Ya me he acostumbrado respondio Estela con indiferencia.
