Capítulo 79 La mansión Rotela
Cecilia no pudo evitar emocionarse ante la propuesta de Viviana.
-Gracias, Viviana -expresó con sinceridad.
-No hay necesidad de formalidades entre nosotras respondió con calidez. ¿Recuerdas que la última vez te pedí que me sustituyeras en esa cita a ciegas? Me vendría bien tu ayuda
otra vez.
Lo que menos le gustaba a Viviana era asistir a eventos como aquellos. Antes de tener la oportunidad de viajar al extranjero, Rolando la llevaba a menudo a diversas reuniones sociales con el único propósito de que conociera a un yerno más rico y poderoso que su propia familia. Estaba completamente harta de ello.
-De acuerdo -asintió Cecilia.
Viviana la animó con entusiasmo:
-¡Esta vez tienes que ganarte a Natanael, el imbécil, y quedarte con su bebé!
-De acuerdo -repitió Cecilia, determinada.
Era una lástima que Cecilia casi hubiera tenido éxito la última vez. Tendría que planear las cosas cuidadosamente para el día siguiente. De pronto, se le ocurrió algo y le preguntó a Viviana:
-¿Crees que Estela asistirá al banquete de cumpleaños del viejo señor Rotela?
-Por supuesto -respondió Viviana sin vacilar-. ¿Cómo podría perderse semejante oportunidad de ganarse el favor de la familia Rotela y hacerse un hueco en su casa?
Cecilia esbozó una sonrisa maliciosa.
-Esta vez, además, podremos obsequiar a Estela con un gran regalo.
Al día siguiente, Jonás se levantó temprano. La celebración del cumpleaños de Nelson estaba programada para las diez de la mañana. Se había despertado con tanta antelación porque le preocupaba que Cecilia pudiera descubrir que Félix le había invitado.
Cecilia le había preparado una caja de regalos destinada a su supuesto amigo, sin saber que este no era otro que Félix, el nieto mayor de la familia Rotela. Jonás no se atrevió a decirselo, seguro de que ella sin duda le prohibiría ir a la mansión Rotela. Por eso, había utilizado casualmente los nombres de otros compañeros de clase.
Jonás y Félix habían acordado encontrarse a la entrada de la guardería. Al poco rato, una limusina Lincoln se detuvo frente a Jonás, haciéndole parecer especialmente pequeño en
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Capitulo 79 La mansión Rotela
comparación.
La puerta del coche se abrió y Félix, con una mirada de orgullo, bromeó:
-Tu familia no tiene un coche como este, ¿verdad?
Jonás, diplomático, respondió:
-Es cierto, el coche más caro de nuestra casa solo vale unos cuantos millones.
Félix tiró de él para sentarse a su lado.
-Sígueme a partir de ahora. Cuando crezcas, te regalaré uno.
Jonás, sin embargo, replicó con sutileza:
-Hablemos de ello cuando estés en condiciones de tomar decisiones.
Félix se disgustó al instante.
+5 Perlas
-¿Qué quieres decir con eso? ¿Estás insinuando que yo no tomo las decisiones en casa? Ya verás mi situación cuando vengas a mi casa más tarde.
De hecho, durante los días que pasaron juntos en la guardería, Jonás se había dado cuenta de lo importante que era Félix para la familia Rotela. Todos los días, diferentes coches de lujo iban a recogerlo y a dejarlo. Siempre le acompañaban al menos una docena de guardaespaldas. Además, algunos de los ancianos de la familia Rotela también venían personalmente a recogerlo y llevarlo a casa siempre que estaban libres.
Durante todo el viaje, Jonás tuvo que escuchar a Félix alardear de su extravagante estilo de vida, mencionando posesiones como un jet privado y un parque de atracciones personal, entre otras. Jonás no lo envidiaba por esas cosas, sabiendo que él tendría todo lo que deseara una vez que creciera.
Por fin llegaron a la mansión Rotela. En ese momento, los invitados aún no habían llegado. La propiedad era inmensa, con una superficie de más de veinte mil metros cuadrados, equivalente a tres campos de fútbol de la Copa del Mundo.
A primera vista, parecía interminable, tan vasta que ni siquiera un día entero bastaría para explorarla por completo. Algunas de las estructuras estaban diseñadas al estilo de los antiguos castillos. Se decía que con una sola viga se podían comprar varios Rolls–Royce.
Jonás siguió a Félix fuera del coche, y un ama de llaves les saludó con prontitud. Contempló la opulenta mansión Rotela, impresionado en el fondo con su padre. Según sus investigaciones, aunque los Rotela eran una familia prominente, no siempre habían sido tan poderosos. Natanael había ampliado gradualmente el negocio familiar después de hacerse cargo y había establecido un imperio empresarial.
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Félix, orgulloso, exclamó:
+5 Perlas
-¿No es mi casa grandiosa y hermosa? Déjame decirte que todo esto será mío en el futuro