Capítulo 71 Estábamos profundamente enamorados
Cuando Cecilia se aproximó esta vez, Mason no la detuvo. En ese instante, Natanael contemplaba el paisaje a través del ventanal que iba del suelo al techo, mientras fumaba un cigarrillo. Las palabras que Cecilia había pronunciado el día anterior aún resonaban en su mente. Sufrió un aborto y el bebé falleció hace mucho tiempo.
Al escuchar que alguien llamaba a la puerta, apagó el cigarrillo que sostenía y dijo:
-Adelante.
Cecilia empujó la puerta y vislumbró a Natanael de pie a poca distancia, su imponente figura reflejándose a contraluz. Vestía impecablemente un traje elegante. Ella aún recordaba la primera vez que lo vio, más de una década atrás. Al igual que hoy, estaba bañado por la luz del sol y había captado su atención de inmediato.
Los ojos penetrantes de Natanael reflejaban el delicado rostro de Cecilia y sus
impresionantes curvas. Mientras él la observaba, ella ya había cerrado la puerta del despacho y se dirigía hacia él.
-Señor Rotela -comenzó ella-, después de nuestra conversación de ayer, he revisado los registros anteriores. Antes lo había malinterpretado. Efectivamente estuvimos casados en algún momento. Además, hay algo que me gustaría aclararle. Cuando mencioné lo de la cita a ciegas, en realidad estaba sustituyendo a mi mejor amiga.
Natanael ya se había enterado de esto después de aquel día. Sin esperar que Cecilia tomara la iniciativa de explicárselo, un destello de sorpresa cruzó sus ojos.
-¿Has venido a verme solo para explicarme este asunto? -inquirió él.
Cecilia lo miró con sus ojos claros y negó con la cabeza.
-He tomado una decisión. Quiero recuperar mis recuerdos, pero hay algunas cosas que no termino de entender y quiero preguntarte -respondió ella, acercándose tanto que Natanael podía ver claramente su cuerpo con una sola mirada.
-¿Qué quieres preguntarme? -Su nuez de Adán se movió ligeramente mientras hablaba.
-¿Estuvimos enamorados antes?
La expresión de Natanael cambió radicalmente. Fingiendo no darse cuenta de su reacción, Cecilia continuó:
-Aunque no recuerdo a muchas personas o acontecimientos, creo firmemente que nunca elegiría casarme con alguien a quien no amara.
Los profundos ojos de Natanael brillaron con un destello misterioso. En ese momento, no
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Capitulo 71 Estábamos profundamente enamorados
estaba seguro de si lo que sentía era alegría u otra cosa.
+5 Perlas
-Sí, me querías mucho -pronunció palabra por palabra, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas sin darse cuenta.
Cecilia notó que la tensión que la rodeaba iba disipándose poco a poco. Se dio cuenta de que su apuesta había valido la pena. Se puso de puntillas, se acercó a Natanael y le susurró:
-Quiero comprobar si te quiero de verdad, ¿te parece bien?
Antes de que Natanael pudiera responder, ella ya había posado sus labios sobre los de él. En ese instante, a Natanael pareció helársele la sangre. El beso de Cecilia era inexperto y tan delicado como el roce de una pluma. Natanael observó sus torpes intentos y pronto no pudo resistirse a tomar el control.
Las cortinas alrededor estaban corridas, sumiendo la habitación en penumbra. Desde el interior se oían sutiles sonidos.
«<¡Funciona!», pensó Cecilia, pellizcándose la palma de la mano para mantenerse alerta.
De repente, se escucharon golpes en la puerta.
-Natanael -era la voz de Estela.
Ignorando los intentos de Mason por detenerla, Estela había llegado a la entrada de la oficina. Al descubrir que las puertas estaban bien cerradas, sintió que algo no andaba bien.
Cecilia se sorprendió de que alguien buscara a Natanael incluso a mediodía. Frunció el ceño y no tuvo más remedio que posponer sus planes. Extendió la mano y apartó a Natanael.
-Viene alguien -susurró, evadiendo el beso de Natanael y hablando tímidamente.
Natanael escuchó los incesantes golpes en la puerta, con su anhelo insatisfecho. Un minuto después, la puerta del despacho se abrió de par en par.
En cuanto Estela cruzó el umbral, notó el sonrojo de Cecilia y el brillo de sus ojos que no podía ocultar. Como adulta, Estela discernió inmediatamente lo que acababa de ocurrir entre los dos.
-¿Qué sucede? -La voz ronca de Natanael devolvió a Estela a la realidad.
Aferrando con fuerza la invitación en la mano, Estela se acercó a Natanael y se la entregó.
-Natanael, esta noche estreno una nueva canción. Espero que puedas venir. Esta canción fue escrita especialmente para