Capítulo 493
Ricardo te mitaba fiamente, claramente incredulo ante mi respuesta.
Con despreocupación, dije: No importa lo que el futuro nos depare, por ahora estoy más que satisfedha
El dinero que gano cada mes es una cifra con la que ni siquiera soñaba antes.”
Y qué sentido tendría ser avariciosa y querer más?”
Ricardo se quedó petrificado, no esperabe que Ofelia estuviera tan fácilmente satisfecha. Entonces, se pregunto si Ofelia siempre había sido así cuando estaban juntos…
¿Será que con tan solo darle a Ofelia un minimo de atención, ella se quedaría a su lado viviendo una buena vida?
Esta suposición le causó un dolor intenso en el corazón
Fue on ase thomento quando Ricardo finalmente se dio cuenta de lo que había perdido y dejado pasar una mujer que lo amaba genuinamente, un amor puro y sin mezclas
Se apresuro a defenderse Pare al principio, Amparo no era como tú.”
“Sin embargo, de repente empezo a superante
“Ya the le espersiba Supe que Ricardo aún no graia en mis palabras.
Paro eso no importaba
Continge tranquilamente Munque siempre denas amathe, Au corazón estaba con Amparo, Solo que menos la notaste”
Antes de nuestra divorate, are evidente tu preferencia por ella”
“Despads de maestre divorate, oralas amarme y venias a buscarme todos los días, pero…”
“Tus anniones debien le comtrana”
Djje cela, no pudiendo eviten en ligeramente: “Es como si siempre te doliera gastar dinero en
*pisal die temel whe ferture considerable ahora, nunca quisiste comprarme flores, siempre
um
Gants que es un desperdice que se marghitatan en unos días y que era mejor disfrutar de uma buena comitia en familia”
dravia contest molesto “Aceso le que digo to tene sentide?
“No
Wa hay problems. Asent en aduerte “Pero cuando se trataba de comprarte flores a Amparo,
Cimarae aan tema excusas “En la primera vez que venia a nuestra casa, no era lógico darte la
am
Capitulo 493
bienvenida?”
Se quejó sin pensar: “¡Mira qué tacaña eres!”
“¡Recordar que compré flores para alguien más durante tanto tiempo!”
Su reproche ya no me importaba, en ese momento solo quería que él reconociera a quién amaba de verdad.
Y que después de saberlo, mejor no volviera a molestarme.
Que regresara con Amparo y vivieran felices…
Así, cuando naciera el bebé de Amparo, la información que revelaría podría golpearlo
fatalmente.
Mi voz seguía siendo serena: “Entonces piensa bien, ¿cuándo fue la última vez que me compraste flores?”
Sabía que Ricardo no podría recordarlo: “No necesitas pensarlo, porque nunca me has comprado flores.”
Ricardo fruncía el ceño, todavía molesto: “¿Así que por no comprarte flores, quieres divorciarte
de mí?”
Habló sin pensar y luego se dio cuenta…
Que Ofelia no estaba discutiendo sobre un nuevo divorcio.
Sino que…
Ya estaban separados.
Ofelia solo quería demostrar que él no la amaba.
Ricardo bajó la cabeza.
“Las flores son solo una parte del problema, sientes que cualquier centavo gastado en mí es un desperdicio.” Recordé esos tiempos.
Y me sorprendí de cómo había logrado soportarlo.