Capítulo 133
“¿Así que este es el círculo de la alta sociedad?“, se preguntaban los estudiantes mientras observaban cómo Alfonso se llevaba a Esther. Las miradas envidiosas los seguían por el pasillo.
¡Nunca se había visto a Alfonso perseguir a una mujer hasta la escuela!
-Paula, ¿esa no es tu prima? -preguntó una chica, acercándose con curiosidad.
-Sí, ¿es cierto que tiene algo turbio con el presidente Betancourt? ¡Ya cuéntanos!
Dos compañeras jalaban insistentemente a Paula del brazo, ansiosas por conocer los chismes más jugosos de este círculo exclusivo. Paula sentía que el rostro le ardía de vergüenza. A pesar de ser pariente de Olimpia, no tenía ninguna conexión real con la familia Montoya. Además, Esther ni siquiera quería reconocerla como su prima.
-Paula, ¿no será que estás exagerando? -cuestionó una de las chicas al ver que no respondía. -Es cierto, si de verdad fueras prima de Esther, ¿cómo es que no sabes nada sobre ella? Dijiste que entraste al INC gracias al presidente De la Garza, ¿no?
La gente comenzaba a dudar de las palabras de Paula.
-¡Les juro que es verdad! -insistió ella, con desesperación en la voz.
-No lo parece se burló otra compañera. Entonces, ¿qué onda con Esther y el presidente Betancourt? ¿Está engañando a alguien o qué?
Al escuchar esto, Paula recordó súbitamente a Samuel. Aquel día en su oficina, él había mencionado que sin Esther, podría encontrar a alguien más para reemplazarla. Si los rumores sobre Esther se esparcían, ¿existiría la posibilidad de que Samuel la eligiera a ella?
Con este pensamiento dándole vueltas, Paula esbozó una sonrisa forzada.
-Ya saben cómo es este círculo social… hay cosas que es mejor saberlas y mantenerlas discretamente, ¿no creen?
La ambigüedad en sus palabras causó revuelo inmediato entre los presentes.
-¿Entonces sí tiene algo con el presidente Betancourt?
Sintiéndose alentada por la atención, Paula continuó:
-¿Por qué otro motivo vendría el presidente Betancourt a la escuela tan temprano? ¿No vieron cómo estaban mi prima y él hace rato?
A estas alturas, muchos ya estaban medio convencidos. En este círculo social, era común que cada uno tuviera sus propios… asuntos.
-Pauli, si de verdad eres prima de Esther, ¿ves seguido al presidente De la Garza?
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Capítulo 133
-Oye, sí, escuché que el presidente De la Garza ya no está tan cercano a la señorita Miravalle. ¿Será que tiene a alguien más en mente?
Todos se arremolinaron alrededor de Paula, ávidos por obtener información sobre Samuel. Pero ella se encontraba en una posición complicada. Solo había visto a Samuel un par de veces y después nunca tuvo otra oportunidad de encontrarse con él. Incluso había intentado agradecerle en varias ocasiones, siendo rechazada cada vez.
Sin embargo, determinada a mantener su fachada de pertenecer a la alta sociedad, Paula respondió:
-Por supuesto, mi prima vive actualmente en la casa del presidente De la Garza. Todos en este círculo saben que a él le gustaba la señorita Miravalle, así que prefiere a las mujeres suaves y gentiles.
Apenas terminó de hablar, un grito emocionado resonó desde el pasillo:
-¡Miren! ¡Es el presidente De la Garza!
-¿Qué hace aquí otra vez? ¿No me digan que vino a buscar a Esther de nuevo?
Las miradas curiosas se multiplicaron. La aparición de dos personajes tan influyentes en la escuela, tan temprano en la mañana, sin duda había alterado el ambiente estudiantil.
Paula sintió que sus mejillas se encendían al ver a Samuel descender de su automóvil con su característico porte elegante.
-Paula, si eres la prima de Esther, ¿por qué no vas a saludar al presidente De la Garza? -sugirió maliciosamente una compañera.
-Sí, anda, ve a saludarlo para que veamos -insistieron las demás, con sonrisas burlonas.