Capítulo 138
Verónica escucho a Adoffo preguntar por Pitar y de repente celto una risa fie Je
Ese era to diferencia entre amar y no amar Adolfo amaba Yesenia, asi que todo lo relacionado con ella te importaba mucho
a
Recordo cuando Yesenia acababa de regresar al pals y se perdis accidentalmente de Zulma on
el comercial
carte domenie: En aquel momento apenas se habilen omparado por unes minutos y Arte estovo turto de movilizar a todos sus contactos solo para buscarf Ted Coling Verde co
ventucionó pars encontrar a Yesenia Fue entonces cuando todos se ententro de que Autofo no metabs softero que tenis uns his mentras la identidad de Pilat munca habla vid
reconocido desde su nacimiento
Yesents to obtuvo tan pronto como regresó al país
Y que Pitar? ¿Cuánto tiempo habis pasado desde la ultima vez que fois 67
Debido al incidente de ser drogado hace cinco años, no confiaba en ella y pensaba que STEN constantemente Asi que no creis que cuando al decia que le ya habit
ndiculamente en que le había escondido
Podio penser lo que quisiera fille ya no segregaba por como o la val
Pila
en cuanto
atención que le dabe
stra
a tan solo te huur gestado ang amidonea prova de la
Yesenia a au ale sam
pratade pood Nay
Flats quendo ver, no habre vendo a regula, soos absent 06
And as die
volvió rápidamente a la normalidad, frunciendo el ceño, “La extraño“.
“Ja“. Verónica soltó otra risa fría, preguntando de manera agresiva, “Adolfo, ¿no te sientes hipócrita al decir eso?” Su tono era extremadamente sarcástico.
“¿Extrañar a Pilar? ¿Por qué justo ahora que he decidido estar con Benito te acuerdas de ella? Adolfo, en realidad no extrañas a Pilar, solo es tu deseo de posesión el que te mueve. No soportas verme con otro hombre, tu machismo y tu llamado orgullo masculino no lo permiten así que aunque no me ames, aunque me odies profundamente, porque una vez estuve contigo, ¿entonces debo ser tu mujer, por el resto de mi vida? Nadie más puede tocarme, y aunque un día te canses de mi cuerpo, y no me quieras más, ¿debería permanecer pura solo para ti?”
Los labios de Adolfo se apretaron en una línea recta mientras Verónica lo observaba, con una sonrisa aún más burlona.
Obviamente, había acertado, él realmente pensaba así. Por eso, más de una vez le había dicho que ella era su mujer por su absurdo deseo de posesión.
Incluso había llevado sus maquinaciones a Pilar sabiendo cuánto Pilar se preocupaba por él como padre. Lo que él dijera, Pilar lo escucharía. Por lo tanto, creía que, si encontraba a Pilar, solo necesitaría consentirla un poco y Pilar definitivamente se pondría de su lado.
19:31 1