Capítulo 471
Salvador, sin alterarse, puso cierta distancia entre ellos. Su rostro mantuvo una sonrisa distante pero cortés.
“Señorita Hidalgo, feliz cumpleaños.”
Luego, preguntándole a Víctor, quien estaba detrás, dijo: “¿Dónde está el regalo que te pedí preparar para la señorita Hidalgo?”
Víctor presentó inmediatamente el regalo: “Señorita Hidalgo, mi jefe no tiene idea de cómo elegir regalos para las chicas. Así que fui yo quien escogió este en su nombre, espero que le guste.”
Daniela se quedó pasmada por un momento, la forma en que Salvador deliberadamente marcaba distancia le molestaba profundamente.
Pero sabía que conquistar a esa montaña de hielo que era Salvador requeriría más tiempo y
esfuerzo.
Así que sonrió y aceptó el regalo: “Gracias, Salva. Me encanta.”
Luego, lo tomó del brazo: “Salva, ven, te acompañaré adentro.”
Salvador se tensó por completo. Un nerviosismo se apoderó de él, pensando para sus adentros: ¿Qué sucedería si su Aurora viera esa escena?
Por eso, al entrar al salón, se soltó de Daniela y le ordenó a Andrés de inmediato: “Las fotos de esta noche donde Daniela y yo aparecemos de la mano, encuentra la manera de hacerlas desaparecer. No puedo permitir que Aurora se haga la cabeza con malentendidos.”
Al ver a su señor actuar de manera tan cobarde por primera vez, Andrés no pudo evitar reírse.
Eugenio Hidalgo y Florentino estaban sentados en el centro del gran salón. Al ver a Salvador, Eugenio lo invitó a conversar: “Salva, ven y charla con nosotros, los viejos.”
Para cualquier otro joven, eso habría sido un gran honor.
Pero para Salvador, ahora económicamente independiente y de alto estatus, no necesitaba depender de los recursos y conexiones de las generaciones anteriores, así que no tenía por qué complacer a nadie. Tampoco tenía que preocuparse por las opiniones de los mayores.
El joven se acercó con una expresión indiferente y se sentó ligeramente frente a los dos ancianos. “Señores, señor Hidalgo,” Dijo saludándolos formalmente.
Florentino se sintió incómodo, recordando los tiempos en que su nieto le mostraba gran respeto. Se había equivocado al insistir en nombrar a Federico como su sucesor. Desde que se alejó de Salvador, su relación nunca pudo volver a ser como antes.
“Salva, estoy muy contento por tus logros,” dijo Florentino, un hombre acostumbrado a adaptarse a diferentes situaciones.
Capitulo 471
Salvador, tras un silencio, respondió sin rodeos: “¿Y seguirías estando contento si me hago con el control del Grupo Nolan? Ese es, de hecho, mi próximo paso.”
El rostro de Florentino se tensó: “No creo que seas tan despiadado. ¿Acaso vas a renegar de tu familia?”
Salvador sonrió con frialdad y golpeando directo al corazón, dijo:
“Entonces, ¿Eso de que estabas contento era mentira? Si realmente estuvieras contento, ¿No deberías alegrarte de que tengo la capacidad de tomar el control del Grupo Nolan? En el fondo, el único nieto que reconoces es Federico, ¿Verdad?”
Florentino, al ser expuesto, no pudo mantener la compostura. “Salva, ¿De verdad tienes que avergonzarme en público?”
Salvador replicó: “A veces, la familia resulta peor que los extraños. Al menos no todos los extraños te apuñalan por la espalda.”
El rostro de Florentino se oscureció, como presagio de una tormenta inminente.
Eugenio, intentando apaciguar la situación, dijo: “Salva, hoy es el cumpleaños de Daniela. Por su bien, deja las diferencias con tu abuelo de lado.”
Salvador, entonces, detuvo su hostilidad.
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