Capítulo 59
En la Villa Mariposa, Hugo había dado una buena reprimenda a Verónica en el estudio. Durante toda la reprimenda, Verónica mantuvo la barbilla en alto, con una expresión de desafío en su
rostro.
Ella sólo sentía que Hugo protegía y favorecía a Jordana, sin prestar atención a nada más que se dijera.
Hugo, negando con la cabeza, siempre decía que Verónica criticaba a Jordana de ser
indisciplinada, pero ella misma nunca había mostrado ni el más mínimo respeto por la autoridad.
Dado que las admoniciones eran inútiles, Hugo no volvió a insistir y se marchó con un ademán de desdén,
Petrona tenía un buen sentido de la situación.
En la fiesta de cumpleaños, no había elegido a ninguno de los jóvenes presentes, y ese asunto aún no se había olvidado.
Ahora, tras la reprimenda que Verónica recibió de Hugo, no se atrevió a echar más leña al fuego.
Solo después de ver a Hugo marcharse se armó de valor para cuchichear con los sirvientes en la puerta principal sobre lo que acababa de suceder.
Finalmente, suspiró profundamente y comentó: “Nuestro abuelo, a su edad, no debería ser molestado con estas trivialidades. Mi hermana realmente no debería causar tanto alboroto en casa. Además, los problemas familiares se lavan en casa, mi hermana realmente es demasiado rebelde.”
“Dicen que dijo que el Grupo Rubin no pertenece a Hugo, y que ya no quiere su parte.”
Una voz sono, llena de sorpresa.
Luego, al entrar por la puerta, Máximo cambió su expresión al escuchar la crónica de los eventos.
Al ver a Máximo, los ojos de Petrona brillaron con astucia antes de asentir rápidamente.
Sus ojos, claros y puros como el agua, mostraban una inocencia aparente, ajena a las maquinaciones del mundo. Sin embargo, sus palabras no hicieron más que avivar el fuego.
“Si, hermano, escucha lo que dijo, solo quería hacer enfadar a mamá. Le dije a mi hermana que no contradijera a mamá, pero mira cómo la hizo enfadar.”
Su afirmación no dejó lugar a dudas.
De repente, Máximo sintió que todo tenía sentido.
La actitud decidida de Jordana no era personal contra él, sino contra toda la familia Soler.
Capitulo 39
Ella quería cortar lazos con todos ellos, sin dejar rastro de alguna conexión.
Las respuestas que lo habían estado perturbando estos días finalmente se revelaron, y no se sintió tan aliviado como esperaba, sino más bien desolado.
Durante estos años, había sido testigo de todas las injusticias que Jordana había enfrentado.
Siempre le hablaba a Jordana de moralidad y razón.
Pero ahora, frente a la decisión de Jordana, no podía encontrar ninguna justificación.
Como observador externo, nadie sabía mejor que él que, en este asunto, ellos eran los que se habían equívocado desde el principio.
No era de extrañar que Jordana actuara con dicha determinación.
“¡Hermano, mira, mi hermana incluso me ha golpeado! Ni papá, mamá, ni tú, Roque, me habían golpeado nunca. Y ella me dio una bofetada hace un rato, y todavía me duele.”
Petrona se quejaba indignada.
Si no fuera por el miedo a que Jordana continuara hablando sin sentido y que otros pudieran escuchar y difundir sus palabras, seguramente le habría devuelto el golpe a Jordana en lugar de permitir que se marchara con tanta facilidad.
Se sentía frustrada y llena de rencor.
Sabía que Máximo, su hermano mayor, siempre la había mimado y sin duda se pondría de su lado para defenderla.
La mirada de Máximo cayó sobre Petrona de manera imperceptible. Sin necesidad de mirar de cerca, era evidente la marca roja que Petrona tenía en el rostro.
El rostro de Petrona era tan pequeño como una palma, su piel blanca y delicada, haciendo que la marca roja fuera aún más notoria.
“Tu hermana nunca recurre a la violencia sin alguna razón. ¿Hiciste algo para que se enojara?”
La voz de Máximo claramente contenía un reproche hacia ella.
Petrona, sorprendida, tardó un rato en recuperarse.
Negó con la cabeza frenéticamente y, con su tono lleno de pánico, respondió: “Hermano, yo no hice nada.”
Máximo levantó su mano para masajearse la frente, sintiendo repentinamente que no quería seguir escuchando.
“Petrona, deja de hacer un drama por estas pequeñeces. Estoy algo cansado, me voy a mi habitación.”
Al darse cuenta de que Jordana realmente quería cortar todos los lazos con ellos, la mente de Máximo se llenó de caos.
Capítulo 59
Un caos tan abrumador que le impedía pensar con claridad y dejándolo sin ganas de tratar con
Petrona.
Petrona observaba la espalda de Máximo, con un rostro lleno de confusión y desamparo.
Normalmente, Máximo siempre había cuidado mucho de ella, preocupándose por ella incluso por el más mínimo golpe o caída que sufría, frunciendo el ceño y mostrando su cariño con gestos cálidos.
Pero ese día, después de que Jordana le propinara una bofetada, Máximo se comportó de manera inusual, sin defenderla e incluso rehusando hablar más con ella.
Petrona podía notar que la actitud de su hermano mayor hacia ella había cambiado
recientemente.
Todo empezó desde aquella fiesta de cumpleaños.
El cambio era sutil, pero Petrona, siempre atenta a los detalles y sensaciones, lo notó sin duda
alguna.
Bajó la cabeza, apretando las manos con fuerza.
¿Sería que Jordana le dijo algo a Máximo para que él ahora la viera con otros ojos?
Justo en ese momento.
“Petrona, ¿qué te pasa?”
Roque entró, vestido con una ropa casual y una cara de cansancio.
Estos últimos días habían sido un torbellino por un proyecto de colaboración con NE, dejándolo exhausto y sin un momento de paz.
Sin embargo, al ver a Petrona, sintió como si todo el cansancio se desvaneciera de repente.
Al ver a Roque, Petrona sintió cómo su estado de ánimo comenzaba a levantarse de nuevo.
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